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Para desarrollar nuestra creatividad para innovar, para encontrar nuevas formas de actuar y trabajar, lo primero que tenemos que hacer es reconocernos a nosotros mismos. Saber qué es lo que realmente queremos y nos apasiona, nos lleva a plantear nuestros objetivos de vida, de productividad y emprendimiento en la relación con todos y el todo.

He incorporado ejercicios y ejemplos prácticos que te inviten a la reflexión.

Para desarrollar nuestra empatía y nuestras habilidades de observación tanto de nosotros mismos como de nuestro entorno, no necesitamos conocimientos teóricos, sino practicar para ejercitar nuestra capacidad de análisis y de actuación.

Nadie tiene la verdad absoluta, hoy más que nunca tenemos que abrir nuestra mente, por lo que te invito a debatir, cuestionar y aportar con respeto, para que podamos crear una verdadera red de aprendizaje.

¿Que es estar o ser consciente? 

Hay muchas definiciones y técnicas científicas, empíricas e incluso espirituales sobre lo que es estar o ser consciente. 

En la vida de hoy, tenemos siempre prisa. Prisa por cumplir con las labores, por movernos, por estar siempre activos. Y poco a poco nos hemos alejado de estar con nosotros.

Estar consciente es estar presente en todo lo que hago. Cuando estoy comiendo y disfrutando de cada bocado, cuando vengo manejando y volteo a ver a mi alrededor, cuando estoy lavando los platos. 

Podemos visualizar es:

  • El pasado ya fue y lo que me queda es solo aprender de él.
  • El futuro solo está en nuestra mente. Son proyecciones que hacemos de lo que creemos o incluso estamos seguros de que sucederá.
  • El presente es reflexionar donde estoy hoy, quien soy hoy, cuales son las circunstancias hoy.

¿Esto que estoy pensando me inmoviliza en el presente?

“La ansiedad es la necesidad y deseo de controlar el mañana. 

No intentes poner en mañana lo que vas a vivir hoy”.

Otra forma de buscar estar en el presente es preguntarnos:

  • ¿Quién soy? (físicamente, sintiendo tu cuerpo)
  • ¿Qué estoy sintiendo o expresando? (emociones, sensaciones)
  • ¿Qué estoy haciendo? (ahorita sentada frente a mi computadora)
  • ¿En dónde estoy? (en mi casa, en mi oficina-comedor)

No estoy en el pasado, no estoy en el futuro, estoy aquí y ahora. 

Y aquí y ahora, en este momento, estoy bien.

Observa el diagrama del modelo de alineación circular creado por Identidad y Desarrollo que se centra en la identidad.

Los cuatro círculos representan niveles que están relacionados uno con el otro:

Mi identidad:

¿Quién soy? ¿Por qué actúo de cierta manera?  La identidad surge de la diferencia con el otro. 

Expresiones identitarias:

¿Como funciono, me emociono, me siento y me relaciono con mi entorno?

Mis acciones:

¿Cómo, dónde y cuándo actúo ?

Mi entorno:

¿Dónde vivo e incido?

Estas preguntas y sus respuestas se retroalimentan de manera dinámica, por lo que para descubrir, idear, diseñar y planear; desarrollar y consolidar, habrá que explorar, comparar, profundizar y alinear cada respuesta, trabajando hacia fuera y hacia adentro, hacia arriba y hacia abajo… lo cual resulta lógico frente a la vieja y sabia revelación de dos vías que responde sí y sí a la pregunta: ¿modelamos nuestro entorno o nuestro entorno nos moldea?

Este modelo puede ser aplicado tanto en lo personal, como para conocer la identidad de nuestras empresas y organizaciones, si quieres conocer más del modelo de alineación circular idyd, te recomiendo que leas el libro Marca tu éxito escrito por Alejandra Zorrilla.

Creencias y paradigmas

Hablemos ahora de que son las creencias y los paradigmas.

El ser humano se maneja con base en creencias y paradigmas, que son los conceptos que hemos fijado en nuestra mente sobre quienes somos, como nos comportamos, como nos ven los demás y los resultados que obtenemos de nuestras acciones.

La mayoría de las creencias se van formando desde nuestra infancia y se reafirman a lo largo de nuestra vida, marcando nuestro desarrollo como personas.

Frases como las siguientes moldean nuestras creencias: 

  • Todos los hombres son machistas.
  • Más vale solo que mal acompañado.
  • Hay que tener cuidado con las personas para que no te lastimen.

 Y en términos organizacionales, frases como:

  • Pues así se ha hecho siempre.
  • El cliente siempre tiene la razón.
  • Calladitos nos vemos más bonitos.

Cuando nacemos, nuestro cerebro es como un lienzo en blanco. De acuerdo a nuestro entorno, con lo que vemos, copiamos y experimentamos, vamos formando conexiones neuronales y se arraigan nuestras creencias. Este es un proceso que desarrollamos desde antes de los tres años, donde le vamos poniendo nombre a las cosas y vamos aprendiendo reacciones a ciertas emociones. Este es un proceso continuo durante toda nuestra vida. Lo que tenemos que hacer es formar nuevas conexiones neuronales.

Sin percepción no hay distinción, y sin distinción no hay mundo. 

Cuando somos niños pequeños, estamos aprendiendo constantemente del mundo y entorno que nos rodea. Todo nos maravilla. No tenemos ninguna creencia, estamos explorando el mundo y nuestra propia percepción del mundo.

Al observar percibimos y creamos nuestro mundo haciendo distinciones. Podemos distinguir cosas, objetos, personas, es decir, unidades, entidades únicas fácticas, o podemos distinguir las relaciones entre ellas, podemos distinguir la unidad o la diferencia.

Gregory Bateson solía decir que la epistemología es un asunto de relaciones. Los psicólogos y epistemólogos de la Gestalt como Wertheimer Köhler, Shedrovitsky o De la Garza, demostraron que en nuestro vivir cotidiano distinguimos entrelazamientos, entretejidos, interconexionesy redes de relaciones. Estas redes de relaciones remiten a un sustantivo novedoso, polémico y resbaladizo: configuración.

Una de las premisas de Humberto Maturana es que los seres vivos, incluidos los seres humanos, somos sistemas determinados estructuralmente. Esto quiere decir que todo ocurre en nosotros en la forma de transformaciones configuracionales determinadas en nuestra configuración, ya sea como resultado de nuestra propia dinámica configurativa interna, o como cambios configuracionales activados en nuestras interacciones con el entorno, pero no determinados por éste.

Esto es aplicable a la conducta observable en nosotros mismos, y lo que observamos como comportamiento en cualquier ser humano bajo la forma de acciones en un contexto determinado, no es más que la coreografía de su danza configuracional. 

Dado que los seres vivos como sistemas moleculares son sistemas dinámicos, es decir, están en continuo cambio estructural, el medio al interactuar con ellos sólo puede modular el curso de sus cambios estructurales sin determinarlos” (Maturana, 2003, p.57). 

La conducta de un ser vivo es adecuada sólo si sus transformaciones configuracionales ocurren en coherencia lógica con las transformaciones configuracionales del entorno, y esto sólo ocurre mientras su configuración permanece congruente con el medio durante su devenir de continuo cambio configuracional, es decir, durante su biopraxis.

No estamos predeterminados

Los seres humanos no estamos determinados genéticamente, de ahí que podemos afirmar que no estamos atrapados en un destino predeterminado y en un curso inexorable de nuestras vidas, sino que podemos modificar nuestro presente a través del lenguaje, del diálogo respetuoso y fraternal.

Es por ello que, ontológicamente hablando, podemos decir que el ser o identidad de la persona, no es una propiedad o atributo invariable, es más bien un modo relacional de vivir que se conserva en la biopraxis humana, básicamente en las relaciones interpersonales, mediante el entrelazamiento del emocionar y el lenguajear, que es lo que Maturana (1992) denomina el conversar.

Los seres humanos vivimos en un espacio psíquico relacional e interaccional en el que vivenciamos interacciones y relaciones de las cuales somos conscientes al vivirlas, así como otras interacciones de las cuales somos conscientes sólo posteriormente al reflexionar sobre lo que hemos vivido. En nuestra cultura connotamos estos dos tipos de relaciones e interacciones como relaciones conscientes e inconscientes.

Para referirnos a estas cosas, personas, animales o eventos, utilizamos palabras y sustantivos. Y al referirnos a ellas damos a luz al mundo en que vivimos.

El lenguaje nos recrea

El lenguaje nos permite crear nuestro mundo. Sin lenguaje no hay mundo. El mundo no es externo al ser humano, es creado por éste. Eso no quiere decir que las cosas u objetos (carreteras, arboles, mesas, animales) no existan, lo que eso quiere decir es que el mundo no es sólo eso, y quiere decir además que al nombrarlas les damos vida, las materializamos, pasan a formar parte de nuestra realidad, las traemos a nuestro mundo, a nuestro espacio vital, psíquico y social. Vemos el mundo a través de los conceptos que creamos.

Para nombrar los objetos y sujetos, los seres humanos no sólo debemos percibirlos sino además identificarlos, etiquetarlos y hacer una distinción, por cuanto es imposible que el ser humano distinga todo el mundo, distinguimos sólo un fragmento de éste, el segmento que decidamos distinguir.

Por ejemplo, observamos un árbol y en éste hay una paloma. Podemos decidir distinguir el árbol o la paloma. Si distinguimos el árbol excluimos la paloma y si distinguimos la paloma excluimos el árbol. 

De los descubrimientos científicos esbozados por Maturana & Varela (2003) surgen las siguientes afirmaciones:

  • El lenguaje no trasmite información alguna.
  • Entre los seres vivos no existen interacciones comunicativas informativas o instructivas, lo que intercambian son afectos, emociones y sentimientos.
  • El código genético, es decir, los cromosomas y genes, no especifican el crecimiento y desarrollo del ser vivo, no lo determinan, pero influyen en él, configurando los cimientos para el desarrollo humano.
  • El sistema nervioso no genera la conducta, no la causa, pero la condiciona.
  • El sistema nervioso no controla nada, no emite información alguna, no acumula, ni procesa, ni obtiene nada; es sólo la base fisiológica o cimiento material de la biopraxis humana.
  • El cimiento que genera la conducta humana que origina todo sistema socio-cultural no es racional, sino esencialmente emocional.

Nuestro discurso nos condiciona.

Entonces crees que:

“¿Cambiar nuestro discurso, cambia nuestras creencias?”

Si tu crees que no puedes, tienes la razón y si crees que puedes, tienes la razón.

Nuestras creencias muchas veces pueden ser lo que nos separa de nuestra verdadera esencia, de quien somos.

Entonces, uno de los retos es encontrar los patrones, o afirmaciones que seguimos día con día que nos mantiene haciendo las mismas cosas de la misma manera.  

Podemos empezar por ver a las creencias como una postura de nuestro cerebro, decirle, “Ok esa es tu percepción, pero vamos a explorar que más hay”.  

No hay nada que dé más miedo que dar el paso de morir para renacer.

Pero ojo, en este camino de introspección, una de las cosas más importantes es darnos cuenta y aceptar la responsabilidad en nuestros actos y nuestro pensamiento.

Para crecer, para transformarnos, el primer paso es voltearnos a ver con sinceridad y aceptar que hoy soy y tengo lo que he decidido ser. 

Mi vida hoy es producto de mis decisiones. 

Puede ser que pienses que no tuviste opciones para hacer o vivir lo que viviste, pero al final yo lo decidí. Si estoy en un trabajo, o en una relación de pareja, o relación familiar que no me gusta, yo estoy decidiendo todos los días quedarme ahí. 

Y no es que sea fácil cambiar o tomar otras decisiones, pero el primer paso es estar consciente.

El único responsable de las decisiones que tomo en mi vida, soy yo.

En la medida en que nos damos cuenta de esto, podemos ser capaces de empezar a tomar nuevas y mejores decisiones y adoptar un pensamiento más positivo.

La única forma de empezar una transformación consciente es estar en quietud para poder analizar nuestra oscuridad, nuestras áreas de oportunidad y trabajar en ellas.

Ventana de Johari

Una herramienta con la que contamos, tanto para el análisis personal como organizacional, se llama la ventana de Johari.   Este ejercicio se trata de una herramienta empleada en el mundo de la psicología cognitiva con el objetivo de ilustrar los procesos de interacción humana. Fue creada originalmente por Joseph Luft y Harry Ingham, de ahí que con las primeras letras de los nombres propios de cada uno se creara el concepto Johari.

Area Pública:

Lo que yo conozco sobre mi y los demás conocen de mi.

Area Ciega:

Lo que los demás conocen de mi y yo no conozco

Area Oculta:

Lo que conozco sobre mi y no cuento a los demás

Area Desconocida:

Lo que ni yo ni los demás conocemos sobre mi.

Esto lo podemos transpolar a:

  • Como creo que me ven los demás,
  • como realmente me ven los demás y que es lo que yo proyecto,
  • como creo que soy
  • y como realmente soy.

Les cuento que yo pensaba que era muy eficiente y que delegaba muy bien el trabajo a mis colaboradores, y platicando con ellos, uno me dijo: “Lo que pasa es que te cuesta trabajo soltar y pensar que nosotros podemos hacer el trabajo bien”. Y yo no me daba cuenta hasta que logré escucharlo. 

Hay que reflexionar, que lo que yo proyecto es lo que recibo. Y aquí otra de mis frases favoritas :“Locura es pensar que vamos a obtener resultados diferentes haciendo las cosas de la misma manera”.

La única forma en que realmente podemos ser sinceros con nosotros mismos, es actuando en la consciencia del presente.

Nuestros pensamientos y creencias

Nuestra maravillosa mente nos ayuda a explicarnos nuestro entorno y porqué realizamos nuestras acciones, basado en lo que ha aprendido a través de la experiencia de los años, enmarcado en un cierto ámbito cultural, ideológico y físico.   Hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias y las situaciones de la mejor forma posible, y esto incluye contarnos historias sobre nosotros mismos o sobre nuestras empresas y organizaciones. Eso es lo que es nuestra personalidad, pero no necesariamente es quien soy.

Nuestro cerebro traduce la realidad modulada por nuestra mente. Construye su percepción de la realidad. 

Entonces puedo decir que una creencia es el filtro con el que reconocemos la realidad.

Cuando me doy cuenta, puedo ser capaz de ver otras realidades.

Entonces, si nos abrimos a pensar fuera de la caja, y a analizar quienes somos, lo que quiero proyectar y lo que quiero ser, entonces puedo empezar a tomar acciones para obtener nuevos resultados.

Pensamiento consciente

Nuestros pensamientos nos generan una emoción, la cual genera una reacción química en nuestro organismo, y ésta a su vez genera un impulso para actuar y de ahí a una acción. 

Como ejemplo: El miedo produce cambios inmediatos en nuestro cuerpo como, por ejemplo: se incrementa el consumo de energía celular, aumenta la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre y la actividad de alerta cerebral. La respuesta a ese estímulo deriva en dos posibles reacciones: lucha o huida.

Entonces, si ya entendimos que somos cocreadores de nuestra realidad, puesto que actuamos de acuerdo a lo que creemos que somos y lo que creemos que podemos hacer

¿Será posible que cambiando nuestros pensamientos podamos cambiar nuestra realidad?

Lo primero que tenemos que hacernos es la pregunta: ¿Qué quiero?

Suena fácil, pero muchas veces, el no tener una idea concreta de lo que queremos es lo que nos impide avanzar. 

Aquí el tema no es decir:

“Quiero más dinero”. 

Sino ser más específicos y basado en las acciones que puedo realizar. 

No es solo pensarlo o proyectarlo en la mente, sino empezar por realizar acciones enfocadas hacia lo que quiero.    Por ejemplo, en lugar de decir, quiero más dinero, puedo empezar a decir:

“Quiero claridad para poder ver mis opciones para poder genera más ingresos”

Aquí existe una parte muy importante, al analizar cuáles son nuestros deseos de desarrollo, tenemos que deshacernos de los pensamientos limitante y pensar que existe un mundo de posibilidades.

En lugar de limitar nuestros deseos o expectativas a: “Para que pido o me concentro en eso si no es posible.”

Prefiero decir: ¿Y si, ¿sí?  ¿Y si sí puedo lograrlo a través de enfocarme y dirigir mis pensamientos y acciones?

El decir Y si sí, me ha abierto a muchas nuevas posibilidades y experiencias maravillosas

Entonces podemos decir que:

Diagrama de pensamiento positivo

Y esto lo podemos aplicar en todos los ámbitos de nuestra vida.

Pero para poder tener pensamientos claros, fuera de creencias y paradigmas limitantes lo primero que tenemos que hacer, es estar consciente. 

Ahora bien, de nada me sirve tener buenos pensamientos, tener una actitud clara y positiva si esto no lo traduzco en acciones. 

Para lograr una transformación es necesario moverse.

¿Cuál es mi misión en la vida? ¿Para qué estoy aquí?

Todos los días cambiamos, evolucionamos, aplicamos lo aprendido, nos adaptamos.  Entonces, ¿porque limitarnos a una sola misión?

¿Crees que, si todos los días trabajas en desarrollar una mejor versión de ti, puedas tener diferentes misiones?

¿O qu simplemente, el tenerlas ya no es tan importante?

¿O será que lo que debemos buscar será la sabiduría como producto de experimentar los conocimientos adquiridos, para nuestro bien, el de todos y del todo?

¿Crees que has forjado tu “misión” en la vida en base a tus paradigmas y creencias?

El estrés y sus efectos

Hablemos ahora del estrés, de acuerdo a estudios de la Clínica Mayo, estos son algunas de las afectaciones del estrés:

En tu cuerpo En tu estado de ánimo En tu comportamiento
Dolor de cabeza Ansiedad Consumo de comida en exceso o por debajo de lo normal
Tensión o dolor muscular Inquietud Arrebatos de ira
Dolor en el pecho Falta de motivación o enfoque Drogadicción o alcoholismo
Fatiga Sentirse abrumado Consumo de tabaco
Cambio en el deseo sexual Irritabilidad o enojo Aislamiento social
Malestar estomacal Tristeza o depresión Práctica de ejercicio con menos frecuencia
Problemas de sueño    

¿El estrés o la enfermedad puede ser producto de mis pensamientos?

Fórmulas alternativas para inspirar el pensamiento positivo

Muchas veces pensamos que meditar es difícil, porque la primera instrucción que nos dan es: pon tu mente en blanco y deja los pensamientos.   ¿Pero cómo le hago? ¿Como acallo a mi mente y le digo a la loca de la casa que no piense?

Meditar es mucho más fácil que eso. Es simplemente buscar es estar consciente, estar presente en todo lo que hago. Eso también es meditar.   

Meditamos cuando contamos los pasos al aprender a bailar, o estamos absorbidos para aprender a utilizar un nuevo sistema tecnológico y nos concentramos en lo que estamos haciendo.    

Meditar es admirar una hermosa puesta de sol y estar ahí respirando.  

Meditar puede ser cuando rezamos o recitamos concentrados.

La meditación consciente es darnos cuenta de nuestras reacciones, tensiones, incoherencias, pensamientos y deseos opuestos entre sí, conflictos internos, opiniones, prejuicios, conceptos a ideas arraigadas y sentimientos conflictivos o bloqueadores.

Meditación para el pensamiento positivo

Nos pasamos la vida perdidos entre los recuerdos del pasado y las proyecciones del futuro, mientras nuestro momento presente se nos escapa de las manos sin que nos demos cuenta.

Tal vez no podamos cambiar las circunstancias que vivimos, o dejar de sentir dolor en un momento determinado. Pero sí podemos cambiar nuestra forma de reaccionar, de afrontar todas las experiencias que vamos acumulando con el tiempo.

El resultado es un estado de paz interior, de comprensión profunda y un saber que nos proporciona herramientas psicológicas e internas para superar cualquier obstáculo.

¿Está justificada la alteración emocional y mi reacción a una situación, atendiendo al significado y consecuencias del suceso perturbador?

¿Tiene para mí alguna ventaja o utilidad estar en ese estado martirizante que absorbe toda mi atención y me impide disfrutar de las cosas agradables que me ofrece el entorno?

  • La meditación reduce la amígdala. ¡Menos miedo y menos estrés!
  • Evita el envejecimiento cerebral. ¡Mente joven gracias a la meditación!
  • La corteza prefrontal se agranda. ¡Mas concentración y reflexión!
  • El hipocampo se robustece.

Hace muchos, algunos pensábamos que solo lo racional o lo material eran cosas serias o científicas, aunque los grandes científicos han sabido desde hace cientos de años que lo que no podíamos ver no existía o era del ámbito de la magia. Las neurociencias que estudian el sistema nervioso en todos sus aspectos estructurales, funcionales ontológicos, filogenéticos, bioquímicos que derivan en nuestro aprendizaje y nuestra conducta.

La ciencia hoy día concuerda en que, todos los días nuestros cerebros reciben un sin número de estímulos, no todos los cuales podemos procesar.

A través del sueño, nuestro cerebro desecha esos estímulos que no son aplicables en este momento para mí, y “libera espacio” para los estímulos de un nuevo día.

Así mismo, hoy día también la genética ha descubierto, que no solo se pueden cambiar nuestras creencias, personalidad y actitudes ante la vida, sino que ese cambio también puede llevarse a cabo incluso en nuestro ADN.

Anteriormente se pensaba que las neuronas morían, y que no eran reemplazables.  Hoy se sabe que nuestro cerebro es capaz de crear nuevas conexiones neuronales, lo que nos permite incluso nunca dejar de aprender cosas nuevas.    A eso también se la llama plasticidad cerebral, la capacidad del cerebro de regenerarse.

Al meditar nos reinventamos. 

Al estar en contacto con nosotros mismo, podemos alinearnos con lo que realmente somos.

Una de las técnicas más efectivas para el control de nuestras emociones es la respiración consciente. Cuántas veces nos han dicho, ¡respira!.

Piensa en que momentos podrías aplicar esta técnica y empieza a practicar. 

Aromaterapia para el pensamiento positivo

El término aromaterapia fue creado por René Maurice Gatefosse (1880-1950), ingeniero químico francés, quien realizó investigaciones avanzadas sobre el efecto de los aceites esenciales en problemas físicos.

La aromaterapia es el arte y la ciencia de la utilización de aceites esenciales en el tratamiento de los desequilibrios físicos y emocionales a través de los mismos.

Pensamiento positivo con aromaterapia

Hablaremos solo un poco de esta terapia pues profundizaremos en ella en otro curso.

Además de proveernos información sobre el mundo que nos rodea, los sentidos son una importante fuente de placer. 

Los olores pueden hacer más que simplemente hacer recordar a la gente imágenes o sonidos. Esto es porque nuestro órgano nasal está en contacto directo con el sistema donde están centrados nuestra memoria y emociones. Es por eso que los olores están a menudo relacionados con los estados de ánimo.

Según los defensores de esta terapia, los aromas consiguen múltiples beneficios fisiológicos al relajar los sentidos de la persona y generar una sensación de paz y tranquilidad que predispones al paciente a su curación.

No se utiliza esta terapia como sustitutivo de la medicina tradicional, sino como complemento para preparar nuestras percepciones emocionales a la curación física.

Conclusión

Entonces, si somos lo que pensamos,

¿Puedes crear tu propia realidad?

¿Qué factor o quien es quien te limita?

¿Puedes cambiar tu entorno?

¿Estás listo para empezar tu transformación consciente?

¡Crea tu mundo con pensamiento positivo!

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