Llena tu itacate es un ejercicio creativo que nos lleva a reflexionar sobre toda la cadena productiva que se integra en una experiencia gastronómica, desde la producción agrícola hasta que llega a la mesa de un comensal. En el proceso encontraremos oportunidades para integrar a más actores sociales en la experiencia turística y así, que sea más incluyente.
Itacate es una palabra que viene del náhuatl itacatl. Se usa para designar a aquellos alimentos que se llevan de viaje, una mochila o una provisión. En muchas poblaciones rurales de mesoamérica se lleva un itacate a la milpa durante la siembra y cosecha.
En este caso vamos a llenar un itacate de ideas para armar una ruta alimentaria con sentido basándonos en las recomendaciones de Olivia Bringas.
Cinco pasos para llenar tu itacate e integrar una ruta alimentaria
- Elige un alimento emblemático
- Enlista los ingredientes
- Explora las formas de producción
- Describe la manera en que se prepara
- Saborea el viaje
Primer paso. Elige un alimento emblemático para llenar tu itacate
Escoge un alimento que sea importante para tu familia o tu comunidad y pon su nombre en medio del diagrama.
Segundo paso. Enlista los ingredientes
Haz una lista de los ingredientes que se utilizan para preparar la comida que elegiste y anótalos en el espacio exterior de la plantilla.
Si es un solo ingrediente será más fácil, si es un platillo complicado selecciona máximo tres ingredientes importantes y anótalos en la parte superior del diagrama.
Tercer paso. Explora las formas de producción
Imagina que viajas hacia el pasado junto cada uno de los ingredientes que seleccionaste, desde la mesa en que se sirve hasta el día en que nació: transporte, cuidados, crianza o cosecha, siembra.
Si hay algo que no sabes y te da curiosidad, investiga. Pon atención en las personas que participaron en el proceso.
Elige un solo ingrediente para continuar el ejercicio.
Cuarto paso. Describe la manera en que se prepara tu itacate
Prepara la receta del alimento teniendo como centro el ingrediente que elegiste e investigaste. Dale su lugar como protagonista. Explica dónde está ese ingrediente mientras se preparan el resto de los ingredientes.
Anota las ideas clave a la derecha del ingrediente.
Quinto paso. Saborea el viaje
Anota las sensaciones que has sentido durante el ejercicio: sabores, colores, olores, texturas y también las emociones que has consumido al imaginar en el espacio de abajo.
Con eso en mente comienza a imaginar una ruta alimentaria dándole un nombre que contenga el ingrediente que elegiste y una sensación o emoción sabrosa que le dé personalidad. No pienses que es un nombre definitivo, es so————————————————————lo una práctica divertida, aunque uno nunca sabe.
- Ruta del chile verde
- Ruta de la sandía jugosa
- Ruta de la anchoveta saltarina
- Ruta de la vaca feliz
Da rienda suelta a tu imaginación y arma la ruta. Puedes trazarla desde la mesa y platicar la historia, o planear un viaje minuto a minuto para ir tan cerca o tan lejos como quieras, puedes comenzar en el campo o en el mercado, en la puerta de tu casa o tu establecimiento.
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