La economía del comportamiento combina conceptos de economía, psicología, sociología y otras ciencias sociales para comprender cómo las personas tomamos decisiones financieras en la vida real.
De muchas maneras se vincula con la economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende, nuestra economía se fortalece y nuestros impactos negativos en el entorno disminuyen.
¿Qué encuentras en esta entrada?
ToggleLa mayoría de los modelos económicos tradicionales, asumen que los individuos tomamos decisiones racionales y consistentes, mientras que la economía del comportamiento, que también es llamada economía conductual, se nutre de la intersección entre la economía, la psicología y las ciencias cognitivas que estudian cómo los procesos mentales, como la memoria, la atención y el aprendizaje, influyen en la toma de decisiones.
¿En qué se basa la economía del comportamiento?
En lugar de considerar las decisiones económicas como asuntos contables y deshumanizados, asumiendo que manejamos nuestro dinero como entes racionales y lógicos, por lo que nos es natural buscar maximizar nuestras utilidades o beneficios al tomar decisiones, la economía del comportamiento reconoce que las personas estamos influenciadas por una variedad de factores psicológicos, emocionales y sociales que pueden desviar nuestras decisiones, afectar nuestra productividad e influir en nuestra prosperidad.
Supuestos de la economía tradicional
Conceptos clave: Utilidad, equilibrio de mercado, oferta y demanda, decisiones que maximizan la utilidad.
Las personas son actores racionales y están plenamente informadas por lo que que buscan maximizar su utilidad o beneficio evaluando críticamente todas las opciones disponibles para tomar decisiones.
La información es perfecta, sin sesgos por parte de los emisores y está disponible para todas las personas de manera oportuna y clara.
Las políticas económicas se enfocan en incentivos económicos pues suponen que las personas responderán racionalmente a estos incentivos sin que intervengan factores emocionales o sociales que al considerar sus opciones para tomar decisiones.
Supuestos de la economía conductual
Conceptos clave: Sesgos cognitivos, efectos emocionales, nudges o empujones, toma de decisiones limitada.
Los individuos no siempre son racionales, toman decisiones influídas por los sesgos cognitivos, emociones y otros factores sociales que pueden ser predecibles comprendiendo patrones de comportamiento irracional.
La información no es perfecta ni está siempre disponible y las personas pueden estar limitadas en su capacidad para recibir, percibir y procesar información.
Las políticas consideran cómo las personas realmente toman decisiones, teniendo en cuenta los sesgos cognitivos y aborden factores emocionales y sociales.
Importantes economistas-psicólogos han profundizado en la investigación de la economía del comportamiento y el asunto es cada vez más reconocido para construir políticas públicas en materia financiera, que impulsen el bienestar personal y profesional de las personas. Tanto así, que en 2017 Richard Thaler fue galardonado con el Premio Nobel de Economía por sus investigaciones relacionadas con los efectos de decisiones poco racionales en la economía.
Comprender el comportamiento irracional también cuenta para fortalecer la economía personal y colectiva
En su discurso de aceptación del Premio Nobel, Thaler enfatizó la importancia de combinar la economía con la psicología para comprender y abordar mejor el comportamiento económico humano. También señaló que los patrones de comportamiento a menudo son predecibles y pueden ser utilizados para diseñar políticas y sistemas que fomenten resultados más beneficiosos.
Podríamos basarnos en modelos más realistas
Thaler destacó la importancia de reconocer que las personas no siempre nos comportamos de manera plenamente racional y que nuestras decisiones a menudo están influenciadas por sesgos cognitivos y emocionales. Abogó por la construcción de modelos económicos más realistas que reflejen el complejo comportamiento humano.
Los sesgos cognitivos que afectan nuestras decisiones económicas
Thaler habló sobre cómo los sesgos cognitivos (o juegos mentales), como el efecto de dotación y la aversión a las pérdidas, influyen en la forma en que las personas tomamos decisiones económicas. Estos sesgos nos pueden llevar a elecciones financieras poco saludables y decisiones bastante irracionales.
Los empujones externos inciden en nuestras elecciones económicas
Thaler introdujo el concepto de “empujones” (nudges), que son intervenciones diseñadas para influir en las elecciones en una cierta dirección, que no necesariamente es la mejor alternativa. Además discutió sobre cómo influyen los empujones en las decisiones individuales y colectivas, así como lo importante de considerarlos para diseñar políticas públicas que fomenten resultados más beneficiosos y equitativos.
La contabilidad mental es diferente de la contabilidad real
Thaler explicó cómo sus investigaciones han influido en la forma en que se abordan temas importantes, como la planificación para el retiro y el ahorro. Sus estudios sobre la teoría de la contabilidad mental y la forma en que las personas piensan en el ahorro a largo plazo han tenido implicaciones prácticas para las instituciones financieras y las políticas públicas.
¿Cuáles de estos elementos han afectado la manera en que tomas decisiones financieras? ¿Te influye lo que escuchas en los medios de comunicación, las redes sociales y el chisme local? ¿Has sentido miedo o alegría desbordada que te han llevado a tomar decisiones que no resultaron lógicas al analizar los resultados de tus inversiones en tiempo, dinero y energía?
¿Cómo se fortalece la economía del comportamiento?
Al reconocer que las personas podemos ser impulsivas, emocionales y propensas a sesgos cognitivos en nuestras elecciones económicas, podemos buscar una comprensión más completa y realista desde los principios de la toma de decisiones humanas, para modelar nuestros comportamientos en la vida cotidiana, las relaciones familiares, laborales e institucionales que afectan las finanzas personales y colectivas.
La economía del comportamiento identifica y analiza los sesgos cognitivos, utiliza la teoría de juegos en el comportamiento social e instrumentos las ciencias cognitivas basadas en experimentos controlados e investigaciones empíricas que permiten identificar patrones sistemáticos de desviación de la racionalidad en la toma de decisiones para predecir la forma en que actuamos.
Sesgos cognitivos
Los sesgos cognitivos o juegos mentales son patrones predecibles de pensamiento que pueden llevar a decisiones sesgadas e irracionales. Entre los más estudiados en el ámbito de la economía del comportamiento está el efecto de dotación que tiene que ver con la aversión a las pérdidas, la preferencia por la opción por defecto y el sesgo de confirmación.
¿Qué es el efecto de dotación y cómo influye en la economía del comportamiento?
El efecto de dotación se refiere a la tendencia de las personas a asignar un mayor valor a los bienes o recursos simplemente porque los poseen, en comparación con su valor percibido antes de adquirirlos. En otras palabras, las personas tienden a sobrevalorar lo que ya poseen en comparación con lo que no poseen.
Este fenómeno puede tener implicaciones significativas en la toma de decisiones económicas y en cómo las personas evalúan el valor de las cosas. El efecto de dotación es una manifestación del sesgo de aversión a las pérdidas y está relacionado con la teoría de la perspectiva propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky, quienes lo analizan en situaciones como negociaciones, venta de bienes, decisiones de inversión y asignación de recursos.
Valoramos más lo que poseemos
- En una negociación, las personas solemos valorar un objeto que poseemos más alto que el valor que le asignaría un comprador potencial. Esto puede dificultar las negociaciones equitativas, ya que las partes que negocian pueden estar influenciadas por sus valoraciones subjetivas.
A menudo, las personas asignamos un valor más alto a los regalos que recibimos o a los objetos que tienen un valor sentimental, incluso si esos objetos no tienen un valor intrínseco muy alto. Por ejemplo, podríamos considerar que un reloj heredado de un ser querido tiene un valor mucho mayor que su valor de mercado.
Pedimos más de lo que estaríamos dispuestos a dar
- En la venta de bienes las personas que poseemos un artículo tendemos a pedir un precio más alto por él cuando lo vendemos, en comparación con lo que estaríamos dispuestas a pagar si no lo tuviéramos y necesitáramos comprarlo.
Imagina que te regalaron dos boletos para un concierto que resultó estar muy demandado y no tenías la intención de asistir. Un conocido te pregunta si puedes venderle los boletos. Es posible que tiendas a establecer un precio más alto para los boletos en comparación con lo que estarías dispuesto a pagar si fueras a comprarlos. Esto se debe a que, al tener los boletos en tu posesión, les asignas un mayor valor que si no los tuvieras.
Retenemos activos que sobrevaloramos
- Cuando invertimos, nuestras decisiones pueden estar influenciadas por el efecto de dotación al evaluar si debemos vender o mantener un activo. Esto genera que retengamos activos por más tiempo de lo que sería óptimo debido a la sobrevaloración que surge de su posesión.
Si tienes una camiseta que no usas con frecuencia, es posible que no estés dispuesto a venderla por el precio que pagarías por una camiseta similar en una tienda de doble uso. El hecho de que la camiseta ya sea tuya crea una sensación de apego que influye en cómo valoras el objeto.
No hay futuro sin presente
- Las personas a menudo tendemos a dar más peso a los beneficios inmediatos en lugar de considerar las recompensas futuras. Esto puede llevar a decisiones impulsivas y a la dificultad para posponer gratificaciones.
Supongamos que heredas una propiedad que no estabas buscando adquirir y estas pasando por un duelo intenso. Es posible que, si alguien te ofrece quitártela de las manos por un precio mucho menor al del mercado decidas venderla inmediatamente.
Nos cuesta aceptar lo que no nos es familiar
- En situaciones en las que se debe asignar recursos limitados a diferentes opciones, las personas podemos estar inclinadas a asignar más recursos a los elementos que ya poseemos, incluso si hay opciones más beneficiosas disponibles que no nos son familiares.
El efecto de dotación es una muestra de cómo las percepciones subjetivas y emocionales pueden influir en las decisiones económicas de las personas, incluso cuando estas decisiones pueden parecer irracionales desde un punto de vista puramente lógico. El reconocimiento de este fenómeno es importante tanto para los individuos en sus decisiones personales como para los diseñadores de políticas públicas y los profesionales financieros que buscan comprender y abordar los sesgos cognitivos en la toma de decisiones económicas.
¿Cómo influye tu punto de vista en tus decisiones financieras?
La forma en la que influye nuestro punto de vista en las decisiones, se vincula con la Teoría de la Perspectiva desarrollada por Daniel Kahneman y Amos Tversky, que explica cómo las personas tomamos decisiones bajo incertidumbre y cómo evaluamos riesgos y recompensas. Sugiere que las personas no evaluamos objetivamente las ganancias y pérdidas, sino que nuestro juicio se ve influido por la forma en que enmarcamos mentalmente la situación y cómo percibimos variaciones en relación con nuestra perspectiva.
Así, nuestras decisiones están influenciadas por la manera en que recibimos, percibimos y procesamos la información. No importa si es una decisión médica, un viaje o una inversión, la decisión que tomemos estará influenciada por el lugar desde donde miramos y analizamos las alternativas que podemos observar.
Evaluamos desde nuestra posición
La Teoría de la Perspectiva propone que las personas no evaluamos los resultados en términos absolutos, sino en función de una perspectiva de referencia, es decir, desde el lugar en el que estamos en un momento dado.
Nuestra perspectiva puede estar influída por una situación actual o alguna referencia mental previa. La utilidad percibida de un resultado depende de si se considera una ganancia o una pérdida en relación con esa perspectiva de referencia.
En otras palabras, no es lo mismo ver una montaña desde su base o desde su cima, desde el norte o desde el sur, o una silla desde arriba o desde un lado, o comprender a la familia propia o ajena, o interpretar a la cultura de la comunidad en que nacimos y crecimos que de otros pueblos, o invertir cuando nos sobra dinero que cuando nos falta.
No es lo mismo ganar que perder
La teoría de la perspectiva destaca que las personas tendemos a ser más sensibles a las pérdidas que a las ganancias, lo que se conoce como la aversión a las pérdidas. Esta aversión puede influir en la forma en que las personas tomamos decisiones en situaciones de riesgo y cómo evaluamos las opciones en términos de sus referencias mentales.
Además la Teoría de la Perspectiva sostiene que las personas experimentamos pérdidas y ganancias de manera asimétrica. En otras palabras, el impacto emocional de una pérdida es mayor que el de una ganancia del mismo valor, lo que se denomina como curva de utilidad, que representa la forma en que valoramos los resultados en función de nuestras referencias.
Por ejemplo, si una persona gana $100 en una apuesta, pero esperaba ganar $200, podría sentirse decepcionada porque percibe una pérdida de $100 en relación con su referencia mental de $200. Por otro lado, si la misma persona pierde $100 en una apuesta, podría sentirse aliviada porque siente que ha evitado una pérdida aún mayor en relación con su referencia.
Teoría de Juegos en el comportamiento social
La economía del comportamiento también explora cómo las interacciones sociales y las decisiones de los demás pueden influir en las elecciones individuales.
La teoría de juegos tiene aplicaciones en una amplia gama de campos, desde la economía y la política hasta la biología y la ciencia de la computación. Ha sido utilizada para modelar y entender comportamientos en situaciones competitivas, así como para analizar estrategias en juegos de negociación y en conflictos internacionales.
Las decisiones económicas pueden estar influenciadas por normas sociales, la presión del grupo y la comparación con otros. ¿En qué invertirías si fueras la persona que preside tu país?
Jugamos en un entorno compartido con otras personas
La teoría de juegos se enfoca en analizar situaciones de toma de decisiones estratégicas en las cuales el resultado de una elección depende tanto de las acciones tomadas por un individuo como de las acciones tomadas por otros participantes. Se utiliza para modelar y analizar interacciones en las que los intereses de los participantes están interconectados, como juegos competitivos o cooperativos, negociaciones, conflictos, entre otras situaciones en las que jugamos consciente o inconscientemente.
Por ejemplo: Dos países están en una carrera de armas y deben decidir si aumentar sus inversiones en aumentar sus arsenales nucleares o reducirlos. Si ambos países aumentan sus arsenales, se incurre en costos económicos y de seguridad. Si ambos reducen sus arsenales, se logra la seguridad mutua. Sin embargo, si uno aumenta mientras que el otro reduce, el país con mayores armas obtiene una ventaja, aunque puede ser que esta ventaja relativa le haya hecho descuidar la inversión de otros aspectos relevantes y se rompa la armonía interna del propio país.
La teoría de juegos utiliza conceptos matemáticos y enfoques analíticos para describir cómo los individuos tomamos decisiones en un contexto en el que sus resultados no solo dependen de las elecciones propias, sino también de las elecciones de los demás. A menudo se representa mediante matrices o diagramas que muestran las combinaciones de decisiones y los resultados correspondientes.
Elementos que influyen en los juegos que jugamos
Juego
- Un conjunto de reglas que rigen las elecciones de los participantes y los resultados asociados.
Jugadores
- Las personas individuales o entidades que participan en el juego y la toma decisiones.
Estrategia
- El plan de acción que un jugador adopta para enfrentar las decisiones de otros jugadores.
Pago o utilidad
- El resultado o beneficio obtenido por un jugador como resultado de sus decisiones y las de los demás.
- La manera en que las personas perciben y evalúan los riesgos y las recompensas puede ser influenciada por su experiencia pasada, sus emociones y su forma de procesar la información.
Equilibrio de Nash
- El concepto de equilibrio de Nash, se ha vuelto influyente en la toma de decisiones en muchos campos, y ha sido aplicado en la economía, la teoría de la evolución y la psicología, entre otros campos del comportamiento humano. Es un punto en el que ningún jugador tiene incentivos para cambiar su estrategia dada la estrategia de los demás, lo que lo convierte en una solución estable.
Juego cooperativo contra juego competitivo
- Los juegos cooperativos involucran la colaboración entre jugadores para lograr un resultado común, mientras que los juegos competitivos implican la búsqueda individual de beneficios sin una coordinación previa.
- Una estrategia es dominante si es la mejor elección independientemente de lo que elijan los demás.
- Una estrategia mixta es una combinación ponderada de diferentes estrategias que un jugador puede utilizar para maximizar su utilidad.
Coopetencia
La coopetencia, con doble oo, es un concepto que equilibra y concilia las nociones de cooperar y competir. Nos recuerda que la mayoría de los opuestos no son excluyentes, sino circunstanciales, pero no siempre sabemos cómo jugar ese juego y apenas estamos aprendiendo la palabra.
Investigaciones empíricas y experimentales para fortalecer la economía del comportamiento
La economía del comportamiento se basa en experimentos y estudios empíricos para entender cómo las personas realmente toman decisiones económicas en situaciones del mundo real. Estas investigaciones a menudo desafían las suposiciones tradicionales de la economía.
También se basan en experimentos controlados en entornos de laboratorio o de campo para observar cómo las personas toman decisiones en situaciones económicas específicas. Estos experimentos a menudo revelan comportamientos que no se alinean con las suposiciones de la economía tradicional y no siempre son lógicas para las matemáticas puras.
El juego del ultimatum o ultimatum game
Una persona ha quedado como albacea de un testamento y debe proponer una división de una cierta cantidad del dinero de una herencia. El albacea considera las edades y las necesidades de cada heredero para hacer su propuesta y así decide que A recibirá el 55 %, B recibirá el 30 % y C el 15 %. Los herederos pueden aceptar o rechazar la oferta. Si alguien rechaza la propuesta ningún heredero recibirá nada y los fondos se irán a una institución indicada por quien determinó el testamento después de un largo juicio. Los herederos podría preferir recibir algo en lugar de nada y aceptar la oferta, aunque si la oferta es percibida como injusta, puede rechazarla por razones de equidad y todos se van con las manos vacías y no obtienen nada.
Aquí está el elemento interesante experimento: desde una perspectiva estrictamente racional, cualquier cantidad de dinero es mejor que nada. Por lo tanto, las personas deberían aceptar cualquier oferta, sin importar cuán pequeña sea su parte. Sin embargo, los experimentos muestran que las personas a menudo rechazan ofertas consideradas injustas o desiguales.
Este experimento demuestra que los aspectos de equidad, justicia y reciprocidad pueden tener un impacto significativo en la toma de decisiones económicas. Las personas no siempre actúan de manera puramente racional y consideran factores sociales y emocionales al tomar decisiones económicas. El juego del ultimátum ha sido ampliamente estudiado y replicado en diferentes contextos culturales y socioeconómicos, y ha arrojado luz sobre cómo las preferencias no monetarias pueden influir en las decisiones económicas.
Arquitectura de Elección
A menudo operamos bajo limitaciones de información, cognitivas y emocionales, lo que puede llevarnos a decisiones que no son óptimas para nuestra economía y no consideran los costos de oportunidad relacionados con las opciones que no seleccionamos.
La forma en que se presenta la información y se estructuran las opciones puede tener un impacto significativo en las decisiones que las personas tomamos. Pequeños cambios en el diseño de elección pueden influir en las preferencias y los resultados.
La economía del comportamiento busca entender cómo se puede intervenir desde la educación y las políticas públicas para ayudar a las personas a tomar decisiones más alineadas con sus objetivos a largo plazo y promover elecciones saludables en lo físico, lo emocional y lo financiero.
Así, la economía del comportamiento amplía la comprensión de cómo las personas tomamos decisiones económicas en el mundo real, considerando la influencia de factores psicológicos y sociales y las implicaciones significativas en la política pública, el diseño de elección y la forma en que se abordan temas económicos en la sociedad.
¿Qué busca la educación financiera relacionada con la economía del comportamiento?
La educación financiera relacionada con la economía del comportamiento busca compartir conocimientos, habilidades y valores que sean relevantes y útiles para la toma de decisiones cotidianas, porque una economía saludable se construye todos los días y desde distintos ámbitos de actuación.
En lugar de centrarse únicamente en la adquisición de conocimientos tradicionales relacionados con asuntos de manejo de dinero, la educación de la economía del comportamiento se orienta hacia la preparación integral de los individuos para enfrentar los desafíos y oportunidades que se presentan en su vida personal, social y profesional.
Habilidades prácticas
La economía conductual se enfoca en proporcionar habilidades prácticas que son aplicables en la vida diaria, como la resolución de problemas, la toma de decisiones informadas, la comunicación efectiva, la gestión del tiempo, el uso inteligente de la energía y la alfabetización digital.
Se trata de aprender a administrar el dinero, el tiempo y los recursos con que contamos, incluyendo reciclar, reutilizar, transformar y compartir. Implica comprender que conceptos como el ahorro, el presupuesto y la inversión, no son exclusivos de las cuentas bancarias, sino del uso adecuado de los recursos propios, familiares y sociales. Supone un compromiso para evitar contraer deudas innecesarias en lo emocional, lo económico y lo medioambiental para llevarnos a ser personas más prósperas en comunidades más florecientes y entornos más saludables.
Capacidades sociales y emocionales
La educación para la economía del comportamiento incluye el desarrollo de capacidades sociales y emocionales como la empatía, la inteligencia emocional, la resiliencia, la capacidad para establecer relaciones saludables y de negociar mejor para lograr aumentar los beneficios para todas las partes, incluyendo el medio ambiente, que es la otra mitad de nuestra posición.
Implica aprender a comunicarse de forma asertiva internamente y con los demás, así como a manejar y resolver conflictos de manera constructiva, ya sea en relaciones personales, laborales o comunitarias.
También se preocupa por la formación de valores y la comprensión de los beneficios de actuar con responsabilidad social y contribuir positivamente al desarrollo armónico y próspero de la sociedad. Comprender y respetar las leyes, normas y valores de la sociedad en la que se vive es esencial para una convivencia armoniosa, lo que también es abordado por la educación para la economía del comportamiento.
Razonamiento crítico, planeación y gestión de riesgos
Fomentar la capacidad de analizar información de manera crítica, cuestionar suposiciones, tomar decisiones informadas y aprender a evaluar y gestionar riesgos es fundamental en la educación para la economía conductual.
Establecer metas claras, desarrollar estrategias para alcanzarlas, aprender a crear y seguir un presupuesto y un calendario, a gestionar los recursos en el corto y largo plazos, y entender cómo tomar decisiones de compra informadas, evitar el consumismo excesivo e invertir de manera inteligente el tiempo, dinero y esfuerzo que se requiere para alcanzar las metas propuestas.
Se trata también de aprender habilidades relacionadas con el mundo empresarial y laboral, como la búsqueda de empleo y oportunidades, la preparación para entrevistas, la habilidad de adaptarse a los cambios en el entorno.
Estilo de vida saludable
Incluye aprender hábitos de vida saludables, nutrición, ejercicio, salud mental y prevención de enfermedades también es esencial para estimular a las personas a cuidar de sí mismas y de los demás.
Comprender la importancia del ahorro regular y la inversión inteligente puede ayudar a las personas a hacer crecer su riqueza con el tiempo. Aprender sobre diferentes tipos de inversiones y cómo diversificar una cartera es parte de la educación financiera.
Uso de lenguaje financiero en la vida cotidiana
Aplicar el lenguaje financiero en la vida cotidiana puede ayudarnos a perder el miedo a la economía y tomar decisiones más informadas y responsables sobre nuestras finanzas personales. Fomentar la comunicación abierta sobre dinero, el tiempo, la energía y los sentimientos sobre invertir, ahorrar o gastar en el hogar es importante para fortalecer las relaciones personales, evitar conflictos y tomar decisiones financieras conjuntas.
Familiarizarse con términos y conceptos financieros, como capital, inversión, fondos mutuos, presupuesto, crédito, deuda, inflación, plazos y tasas de interés y retorno, ayuda a tomar decisiones informadas y a evitar malentendidos.
Hablar en familia sobre estructuras de capital equilibradas, nos impulsa a utilizar los recursos y la fuerza del conjunto para tener mejores resultados.
Entender cómo funcionan los impuestos y cómo se aplican a los servicios públicos y como afectan los ingresos y los activos es crucial para evitar problemas con las autoridades fiscales y aprovechar posibles beneficios fiscales.
El futuro es presente continuo
La educación para la economía del comportamiento reconoce que el aprendizaje no se limita a un período específico o un tema en particular, sino que es un proceso continuo a lo largo de toda la vida en el que las personas de todas las edades desarrollan una base sólida para tomar decisiones informadas y seguras en todos los aspectos de su vida.
Conocer diferentes tipos de seguros, como seguros de salud, seguros de vida y seguros de propiedad, puede ayudar a las personas a protegerse en caso de imprevistos.
Aprender sobre las opciones de ahorro para la jubilación y cómo planificar para asegurar un retiro cómodo es parte integral de la educación financiera.
En resumen, la educación para la economía conductual se relaciona con equipar a las personas con las habilidades y el conocimiento necesarios para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades de manera efectiva en todos los aspectos de sus vidas. Esta perspectiva amplia y práctica de la educación ayuda a desarrollar personas prósperas, informadas, responsables y capaces de contribuir positivamente a sí mismos y a la sociedad en general.
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