Análisis del espacio turístico regional para el desarrollo sostenible

Espacio turístico regional
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La necesidad de formular teorías sobre el espacio turístico ha sido una constante entre quienes estudian las relaciones socioespaciales que genera la actividad.

Nuestra capacidad para observar el territorio de manera creativa es fundamental para diseñar nuevos  productos y soluciones que nos ayuden a crecer de manera sostenible y sustentable.

Analizar el espacio turístico es mucho más que observar un mapa. De acuerdo con uno de los grandes maestros del turismo, Roberto Bullón, el espacio turístico abarca todas las partes del territorio donde se verifica o podría verificarse la práctica de actividades turísticas. Es así que una localidad, un servicio o un atractivo pueden estar ahí en tiempo real o identificarse como potencial.

Fernando Vera y Carlos Bolaños, plantean que el espacio turístico es un tipo de espacio original, organizado o reorganizado en función de la actividad turística, con elementos e identidades propias que lo diferencian de otros modelos de interpretación territorial como el agrario o el industrial, pues posee sus propias estructuras al integrar elementos que dan sentido a la actividad.

Desde la ciencia geográfica, Eluan Alan Lemos Pocidonio y Telma Mendes de Silva, expresan que el turismo es importante para la ciencia geográfica por dos motivos: el primero se relaciona con la necesidad de conocer las potencialidades de los lugares para la implantación de la actividad, procurando vincular las bondades que va a traer para el área esta actividad económica; y el segundo con la búsqueda de entendimiento de la fragilidad de los lugares para que no sean afectados negativamente, o que se generen cambios ambientales degradantes o alteraciones culturales que propicien la pérdida de la identidad de las comunidades locales.

El turismo como red de localidades

Me gusta comparar al turismo con la Internet, que se llama red de redes por su capacidad para interconectar el conjunto de sistemas informáticos en el ciberespacio. Porque el turismo, que es una red de redes que interconecta a las localidades en el ámbito territorial y a las personas en el ámbito local.

¿Cómo se conforman las redes de localidades?

Sabemos que las redes se conforman por nodos, que son puntos de confluencia o convergencia que se vinculan a través de enlaces, que son los caminos que conectan a esos nodos.

Los nodos dependen de los enlaces y los enlaces solo tienen sentido en tanto conectan a los nodos. A eso se puede llamar codependencia o interdependencia.

En el espacio turístico, las localidades son los nodos, pues en ellas confluyen diferentes maneras el patrimonio, la infraestructura, la superestructura, los servicios turísticos, culturales y de interpretación, las actividades y las relaciones entre los visitantes y los anfitriones que suceden durante un momento determinado.

Nodos

Cualquier localidad que puede ser visitada en un momento dado, por algunos o por miles de los millones de viajeros nacionales o internacionales que recorren el mundo, puede ser entendida como un nodo, pues funciona como un nodo.

Cada localidad es un sistema multidimensional y dinámico, no importa el tamaño que tenga, la duración de su existencia o su nivel de desarrollo.

Una localidad puede ser un núcleo pequeño de población o una conurbación de varias localidades en una zona metropolitana, incluso estar en un entorno despoblado, pero por definición las localidades son unidades territoriales que tienen un nombre que les da una identidad propia.

Las localidades no siempre se viajan solas, muchas veces se interconectan con otras que las complementan y a veces los viajeros consideran a varias localidades parte del mismo destino de viaje.

La complejidad de la delimitación de un destino es que tiene tanto que ver con que los oferentes establecen, como con los límites que marcan los viajeros durante sus viajes.

Un viajero puede decidir y declarar que viajó o viajará a América o al Perú o a Machu Pichu o a Centroamérica o a la Ciudad de México o a Cuernavaca.

Esta declaración convierte a una localidad, un país o una región en un destino de viaje.

En su libro Gestión de Destinos Turísticos, Frances Valls, propone que un destino turístico es la unidad base de gestión para establecer las políticas turísticas y pueda ser planificado al poseer cierta capacidad administrativa. Sugiere que la estructura de un destino se fundamenta en productos turísticos consistentes que se complementan entre sí y se perciben por los turistas como una oferta global, estructurada y con personalidad propia.

Por su parte, Clare Gunn, sostiene que un destino es una experiencia compleja que resulta de un proceso donde los turistas utilizan múltiples servicios turísticos durante el curso de sus visitas. Y Diego Barrado, nos dice que cuando alguien compra turismo en realidad está pagando por algo parecido a un derecho de uso temporal sobre una realidad geográfico-cultural, que forma parte de un producto pero no es ni la totalidad del producto, ni exclusivamente producto.

Existen muchas definiciones sobre lo que es un destino y un producto turístico. Lo cierto es que la posibilidad de elegir qué lugares se combinan durante cada viaje, depende de muchos factores y los viajeros tienen cada vez más que decir al respecto, pues las tecnologías de comunicación les permiten ser cada vez independientes y combinar las localidades que visitan de maneras distintas.

En este artículo, vamos a analizar las localidades y sus interacciones desde diferentes perspectivas:

  • Delimitación de los destinos desde el origen de los viajeros.
  • Diferenciación de los destinos en el ámbito regional​.
  • Función de los nodos en el espacio turístico regional.​
  • Las localidades desde la perspectiva de la visita.

Delimitación de los destinos desde el origen de los viajeros

El tiempo de estadía y la combinación de lugares que se visitan en un mismo viaje, se influyen en gran medida por la distancia-tiempo entre la región de origen de los turistas y el destino que visitan.

En general, entre más larga es la distancia que un viajero recorre o mayor es el tiempo que invierte para llegar a un destino, los viajeros asignan más tiempo para permanecer en el lugar que visitan y además la amplitud del recorrido que realizan durante su viaje tiende a aumentar.

Luego entonces, las dimensiones del destino percibido por los viajeros, se amplían. Por ejemplo: Los americanos podríamos planear un viaje a Europa, pero difícilmente lo concebiríamos de menos de cinco días; los europeos no dirían voy a Europa, sino planearían un viaje a un país específico de su región, o un viaje a Latinoamérica o tal vez a Sudamérica o Centroamérica o Norte América. Los japoneses no viajan a Japón, sino a un lugar específico en Japón.

Los mexicanos del norte o el centro del país podríamos planear un viaje a Yucatán e incluir Mérida, Progreso, Celestún, Chichén Itzá y la ruta Puuc, pero para alguien que viva en Mérida será mucho más probable que planee viajar un fin de semana a Progreso, otro a Chichen Itzá y otro a Celestún. Los salvadoreños, hondureños o nicaragüenses puede viajar al Golfo de Fonseca que comparten los tres países. Los Europeos realizan recorridos más largos durante sus viajes al Perú que los peruanos y viceversa.

No existe un acuerdo absoluto en la definición de lo que es corta, mediana o larga distancias, pues hay diversos factores logísticos, comerciales, sociales y culturales que afectan la percepción de lo viajeros, por lo que en el análisis que hemos realizado en Identidad y Desarrollo, generamos esta gráfica ilustrativa que ajustamos para cada caso en el que intervenimos:

Consideramos vecinos a quienes se encuentran a menos de dos horas de distancia del lugar que visitan, y hemos observado que en general éstos realizan excursiones sin pernocta o permanecen solo una noche en un destino que les queda tan cerca.

Decimos que están a corta distancia quienes se encuentran, entre dos y tres horas de distancia del destino que visitarán, el trayecto de ida y vuelta representa una inversión de entre cuatro y seis horas, por lo que es poco probable que realicen viajes de ida y vuelta el mismo día y tenderán a quedarse al menos una noche en el lugar que visitan.

Consideramos de mediana distancia a quienes están cuatro y seis horas de distancia, la inversión de ida y vuelta será más alta y su estadía también. El cruce de fronteras, las barreras idiomáticas y el desconocimiento de los destinos que se visitan son factores que suelen aumentar la percepción de lejanía.

Consideramos que un destino está a larga distancia de los viajeros que tardan a más de ocho horas en llegar. En algunos estudios los destinos de larga distancia son denominados over seas, o del otro lado del mar, lo que no necesariamente significa que sea necesarios que cruzar un océano para llegar, sino que están fuera de la región a que pertenecen.
Por ejemplo: Los Europeos fuera de Europa, los Norteamericanos fuera de Norteamérica, entre otros.

¿Conoces la ley de la gravitación universal planteada por Newton?

Afirma que la fuerza de atracción que experimentan dos cuerpos dotados de masa es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.

¿Crees que puede extrapolarse al turismo para comprender mejor la forma como se vinculan o perciben los destinos?

Diferenciación de los destinos por su influencia regional

¡El mundo es grande! Está lleno de lugares atractivos y cosas interesantes, entre las cuales no puedo dejar de referirme a la teoría de la relatividad especial y la relatividad general, formulada por Albert Einstein, otro de mis físicos favoritos que pretendió resolver la incompatibilidad entre la mecánica newtoniana y el electromagnetismo y que nos ha traído al pensamiento que todo depende del cristal a través del que se mira.

¿Crees que la diferenciación de un destino es una condición absoluta?

El valor de diferenciación de las localidades y su influencia en el sistema no solo depende de sí mismas, sino de dónde están ubicadas y frente a quién van a presentarse. Hay muchos asuntos relativos cuando hablamos de diferenciación y sistemas turísticos.

Por ejemplo, un oasis en el desierto o una isla en el mar son mas diferenciables que unos litros de agua en medio del mar o una duna en el desierto, aunque el mar y el desierto siempre serán diferentes entre sí.

Víctor Yepes, nos plantea que en la diferenciación de un producto o localidad turística existe una amplia relación de factores que inducen al planteamiento, elaboración y ejecución de estrategias de análisis que consideran distintos aspectos de la realidad propia, de los competidores y de los beneficios y ventajas de los destinos en los mercados reales y potenciales.

Sabemos que un lugar turístico poco diferenciado, es difícil de reconocer y que cuando logra proyectar un sentido de lugar suficientemente brillante, las cosas cambian. También se reconoce que por más pequeño o grande que sea un lugar, cuando lo vemos como parte de un sistema regional, aumenta su visibilidad y valor.

La dinámica espacial que se plantea desde la concepción turística, requiere abordar fórmulas que permitan individualizar y conjuntar elementos de caracterización y diferenciación en diferentes escalas territoriales y perceptuales.

Luis Felipe Sigüenza nos advierte que como el destino turístico se concibe como la idealización del viajero potencial del territorio receptor, a partir de su experiencia e información, así como de las estrategias de mercadeo que realizan los oferentes, es común que esta expresión se confunda en los procesos de planificación, gestión y ejecución de planes y programas. En este sentido, el proceso de planificación requiere empatía entre el concepto abstracto del viajero y el mercadólogo, con el concepto preciso del territorio receptor, y plantea la comarcación del territorio como instrumento para mediar entre zona de planificación turística y zona de interés turística.

Función de los nodos en el espacio turístico regional

Los sistemas turísticos se construyen por diversos destinos que pueden categorizarse y analizarse desde muchas perspectivas, que no necesariamente son absolutas. En un primer nivel de análisis, podemos observar tres tipologías generales que se relacionan con la infraestructura de acceso y pernocta: Centros de distribución, Centros de pernocta y Sitios sin pernocta.

Centros de distribución

Los centros de distribución son lugares en que se concentran los turistas.

Cuentan con:

  • Acceso desde los mercados.
  • Interconexión con otros destinos.
  • Capacidad de alojamiento.
  • Concentración de servicios urbanos, comerciales y turísticos.
  • y desde ahí los viajeros pueden ir a otros lugares.

Centros de pernocta

Los centros de pernocta tienen también interconexión con otros destinos.

  • Capacidad de alojamiento.
  • Servicios urbanos, comerciales y turísticos.
  • En general son más pequeños y su diferencia funcional con los de distribución es que tienen menor acceso directo a los mercados.

Sitios turísticos sin pernocta

  • Tiene un atractivo que puede ser visitado.
  • Acceso desde un centro de distribución o un subcentro.
  • Carecen de alojamiento.

Al integrarse en una región-sistema, los diferentes tipos de destinos adquieren valor agregado, generan mayor sinergia y desarrollo regional.

Las localidades desde la perspectiva de la visita.

Vamos a analizar otro punto de vista que se refiere a cómo se presentan las localidades frente a los visitantes: destinos autónomos, destinos de excursión, corredores y circuitos.

  • Aún los destinos más pequeños pueden ser presentados como localidades autónomas. Incluso aquellas en las que el alojamiento se coloque de forma temporal para acampar, pueden ser presentadas por sí mismas.
  • Cualquiera destino esté a unas dos horas de distancia de un lugar con capacidad de pernocta puede funcionar como un destino de excursión.
  • Cuando se combinan distintos destinos en circuitos y corredores para diseñar estrategias de promoción y comercialización, es importante tomar  en cuenta la inversión en tiempo que hacen los visitantes para llegar, la relación de los atributos del lugar con las motivaciones de los visitantes y la complementariedad de la oferta local con la de otros lugares cercanos.

Destinos autónomos

Al presentar un destino como autónomo se entiende que puede visitarse sin salir de sus límites durante un viaje.

Esto implica que tienen la capacidad para satisfacer las necesidades totales de los turistas, tienen acceso, alojamiento, atractivos, actividades, servicios, etc.

El nivel de desarrollo de los centros turísticos determina en gran medida su autonomía.

Los lugares que buscan posicionarse como centros autónomos necesitan promoverse y comercializarse en la región de origen de los turistas.

Los primeros filtros para determinar su competitividad y capacidad de carga son su accesibilidad, capacidad de alojamiento y oferta de atractivos y actividades.

Se pueden complementar con otros sitios que le dan valor agregado, realizando excursiones radiales, pero esta condición no es indispensables para completar una experiencia de un viaje satisfactoria para algunos tipos los visitantes.

Destinos de excursión

Los destinos de excursión se visitan en un solo día desde el lugar en que se pernocta, sea el lugar de residencia o el lugar en que se hospeda un turista, por lo que no necesitan contar con alojamiento, aunque pueden tenerlo.

La visita a los destinos de excursión puede promoverse, contratarse o realizarse de diversas formas:

  • Para ser efectivo al promoverlos en el lugar de origen de los visitantes de más larga distancia, debe vincularse con un centro turístico de pernocta. Por ejemplo, se contrata un viaje a Ciudad de México que incluye una visita a Teotihuacán o Tepoztlán, pernoctando siempre en la Ciudad, o se contrata un viaje a Cancún. incluyendo Tulúm, Xcaret e Isla Mujeres, regresando a pernoctar en Cancún. En éste caso, los sitios de excursión son percibidos por los viajeros como parte del destino de pernocta, como un valor agregado a su experiencia.
  • Los sitios de excursión también deben promoverse en los centros en que pernoctan los visitantes, ya sea ofreciendo excursiones prediseñadas o tours organizados, o considerando su visita en transporte público, auto propio o rentado, avioneta, bote, etc. El turista llega al destino y contrata excursiones opcionales en su hotel, en la oficina de información turística o directamente con un touroperador local.
  • También pueden realizarse sin reservación de forma independiente desde el centro de pernocta en transporte público, auto propio o rentado, en avioneta, en bote, etc.
  • Contratar un tour o un transporte hacia un sitio de excursión, permiten mayor flexibilidad para el usuario y una derrama más directa a los locales.
  • Para promover su consumo (o visita) entre los turistas que ya se encuentran en los destinos, es fundamental ofrecer información puntual a los visitantes: promocional, logística y técnica y desarrollar las facilidades básicas en los sitios menos desarrollados (baños, tienda, restaurante, etc.)
  • Son un factor de satisfacción que puede aumenta el gasto, la estadía y la repetición de destinos.

* Solo para reiterar lo importante de los viajeros independientes les cuento que de acuerdo con la encuesta de Travel Styles, los turistas norteamericanos que buscan experiencias novedosas y están interesados en convivir con las comunidades receptoras gustan de viajar en transporte público y cada vez hay más.

Corredores y circuitos

Existen un sin número de alternativas de combinación de destinos que se integran a partir de las necesidades específicas de los visitantes. Los corredores y circuitos, son recorridos que integran dos ó más destinos durante un mismo viaje.

En cada caso, los oferentes de los distintos lugares que se integran, deberán tomar decisiones mercadológicas para presentarse ante el mercado estableciendo alianzas y encontrando los elementos que dan valor agregado al recorrido.

Corredores cerrados

Los corredores cerrados son aquellos en los que los turistas regresan al punto de partida por el mismo camino.

Por ejemplo:

Corredor Cancún – Tulum – Cancún / Ciudad de México -Acapulco – Ciudad de México

Corredores abiertos

Los corredores abiertos, permiten a los viajeros regresar a su origen desde un punto diferente al que utilizaron para llegar.

Por ejemplo:

Cancún – Mérida – Campeche – Chetumal – Cancún
/ Cd. México-Puebla – Tlaxcala – México

Circuitos

Los circuitos integran dos o más centros de pernocta y permiten regresar al punto de partida por otra ruta.

Los diferentes tipos de viaje se distribuyen de forma diferente entre los viajeros.

Para profundizar en el análisis del espacio regional y encontrar otras fórmulas de analizar el espacio turístico regional consulta el ejercicio mapeo y análisis del espacio turístico regional.

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