La aplicación del sondeo de manejo de emociones entre quienes colaboran en una organización con sentido, nos ayudará a conocer las barreras y oportunidades con las que nos enfrentamos en este ámbito. Además contribuirá a que cada persona reconozca sus propios recursos emocionales y su forma de aproximarse a sus emociones.
La inteligencia emocional tiene que ver con nuestra capacidad de controlar mejor nuestras emociones y expresarlas de forma asertiva.
El corazón tiene motivos que la razón desconoce
Ya decía Pascal a mediados del siglo XX que el corazón tiene motivos que la razón desconoce. Todas las personas tomamos decisiones combinando la emoción con la razón.
Los seres humanos aprendimos a tomar desiciones con base en las señales del tronco encefálico, que dio origen a los centros emocionales desde hace millones de años, antes de que se originara el neocórtex que nos dio la capacidad de raciocinio.
El soporte racional de nuestras decisiones es importante, aunque parece que a veces maquinamos razonamientos lógicos para justificar una decisión en función de nuestra emociones. Algunos estudiosos sostienen que el peso de las emociones en la toma de decisiones estratégicas de la mayoría de las personas es hasta 80 % mayor del peso de la razón y la lógica.
¿Para qué aplicar un sondeo de manejo de emociones?
Cuando nos sentimos incómodos emocionalmente, nuestra capacidad de pensar se dificulta, no encontramos equilibrio, nos es complicado trabajar y comunicarnos con los demás y formar equipos eficientes y eficaces.
El sondeo de manejo de emociones nos ayudará a estar más consientes sobre cómo nos afectan nuestros estados de ánimo y a tomar decisiones para mejorar nuestras relaciones y vivir en armonía.
Cuando analizamos el manejo de emociones de las personas que conforman una organización o comunidad, podemos orientar mejor nuestras estrategias para motivar el trabajo individual y colectivo para así cumplir con los objetivos compartidos.
Existen diversas fórmulas para analizar nuestro coeficiente emocional. En Identidad y Desarrollo hemos desarrollado un cuestionario sencillo a partir del análisis de diferentes planteamientos, para aproximarnos al tema de la inteligencia emocional con las comunidades con quienes trabajamos, utilizando mecanismos de investigación participativa.
El cuestionario no es un test o una prueba definitiva, sino una fórmula para que cada quién reflexione y se conozca mejor y aporte información aproximada a los gestores de proyectos y organizaciones como base para desarrollar propuestas que fortalezcan la inteligencia emocional de las comunidades con quienes trabajan.
Recomendaciones para analizar el coeficiente emocional de una organización
Puedes realizar el ejercicio para ti y practicar antes de aplicarlo a una organización.
Para trabajar en grupo puedes hacerlo en formato de taller o a través de un sondeo en línea. En ambos casos, es importante explicar a los participantes que la información que proporcionen será confidencial, y que lo sea.
Lo mejor es permitir a cada quien autoaplique el cuestionario y lo entregue sin manifestar su nombre o datos que le identifiquen. El simple hecho de realizar el ejercicio permitirá a cada persona hacerse consciente de las áreas que necesitan fortalecer.
Utiliza lo resultados para tener una idea de qué áreas será necesario fortalecer y si han de retroalimentar a un colega, hazlo con absoluto respeto y sensibilidad.
5 pasos para analizar el coeficiente emocional de una organización
- Revisar el cuestionario
- Solicitar respuestas
- Sistematizar la información
- Explorar los resultados con el grupo
- Aplicar el cuestionario periódicamente
Primer paso: Revisa el cuestionario
Analiza el cuestionario y si lo consideras necesario, realiza cambios de lenguaje para asegurar que es comprendido de acuerdo con los códigos de las personas a quienes lo aplicarás.
Si lo consideras necesario puedes ajustar o redactar de una forma diferente los factores planteados de manera que mejor se adapten a las condiciones y lenguajes de cada grupo de personas con las que trabajas.
Las preguntas han de estar siempre en primera persona del singular, pues la idea es que cada participante se auto aplique el cuestionario.
Segundo paso: Autoautoaplicación
Genera un formato fácil de aplicar y solicita a las personas que sean sinceras, pues la información servirá para su trabajo personal además de para planear mejor el proyecto conjunto.
Propón a cada persona que califique cada pregunta asignando un puntaje a cada respuesta utilizando las siguientes equivalencias: 0 = nada, 4 = poco, 6 = algo, 8 = bastante y 10 = totalmente.
Al terminar solicita que cada quién sume sus puntos y analice sus propios resultados para trabajaren sus áreas de oportunidad de manera individual.
Cada ámbito se evalúa por separado para reconocer mejor dónde vale la pena trabajar:
- Entre 40 y 30 puntos. Representa una buena calificación. Digamos que el grupo está un nivel saludable, aunque siempre se puede mejorar.
- Entre 30 y 20 puntos. Representa que existe un camino andado y aún queda por trabajar.
- Entre 20 y 10 puntos. Representa que hay mucho que trabajar.
- Menos de 10 puntos. Representa que es fundamental priorizar procesos y estrategias de desarrollo emocional.
El puntaje máximo total es de 320 puntos. Para conocer el porcentaje multiplica el total de puntos obtenidos por 100 y divídelos entre 320 para conocer el porcentaje total de manera que puedas compararlo más adelante.
Si vas a trabajar con formatos impresos, entrega dos a cada persona por si quieren quedarse con el suyo para trabajar de manera personal y solicita que te entreguen uno copiando la calificación de cada factor sin poner su nombre el la hoja que te entregarán.
Tercer paso: sistematiza la información grupal
Para tener los resultados del grupo, suma todos los puntos y divídelos entre el número de participantes.
Recuerda que los promedios solo nos dan información paramétrica y que cada persona ha de trabajar en sus propias áreas de oportunidad al tiempo que trabajamos juntos en el fortalecimiento emocional del grupo, pues cada persona afecta al todo que a su vez le afecta.
Cuarto paso: explora los resultados con el grupo
Presenta los resultados globales de forma respetuosa y propositiva y genera una lluvia de ideas para que entre todo el grupo se generen estrategias de apoyo para mejorar el funcionamiento individual y colectivo del grupo.
Analicen cada uno de los factores y propongan fórmulas para crecer juntos.
Es posible que alguna persona del grupo quiera pedir ayuda para mejorar algún aspecto de su inteligencia emocional. Apoyar a esa persona entre todos ayudará a mejorar las habilidades de todo el grupo.
Quinto paso: aplica el cuestionario periódicamente
Aplicar el cuestionario periódicamente podrá darles información sobre la evolución de la inteligencia emocional del grupo.
Ten en cuenta que la consciencia funciona de muchas maneras. Es posible que en la medida en que las personas reconocen sus áreas de oportunidad, los resultados globales no aumenten sino disminuyan en algunas áreas. Si esto sucede lo tomes como un deterioro, sino como un logro.
La idea es seguir trabajando, pues la mejora de nuestras emociones no es un suceso sino un proceso constante.
Explora otros recursos y herramientas de investigación y planificación participativa desarrollados por Identidad y Desarrollo.
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