La respiración consciente es una de las técnicas más efectivas para controlar nuestras emociones, pensar con claridad, concentrarnos en lo importante y tomar mejores decisiones.
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ToggleDesde mediados del siglo pasado, muchos investigadores médicos y neurocientíficos han constatado la relación entre la respiración consciente, la salud física y la atención plena y recomiendan respirar conscientemente antes de tomar decisiones importantes.
¿Qué es la respiración consciente?
Respirar conscientemente es fijar nuestra atención en el acto de inhalar para dejar que el aire entre a nosotros a voluntad y exhalar para dejar que salga cuando lo decidimos.
¿Para qué sirve la respiración consciente?
Respirar oxigena nuestro cerebro y tomar un momento para estar en quietud conecta nuestro ser con aquí y ahora. Nos ayuda a estar presentes y bloquear la vorágine de pensamientos para calmar nuestra mente y ser proceso.
Al inhalar y exhalar profundamente y concentrarnos en el acto de respirar, enviamos señales al cerebro para que cambie el sentido de una función que suele realizar de manera automática para darse cuenta de ella. Así regulamos la función parasimpática que repercute en la producción de cortisol, la hormona del estrés.
Respirar de forma lenta y acompasada baja el ritmo del corazón y nos relaja, mejora la digestión y elimina tensiones acumuladas, nos ayuda a tomar mejores decisiones y cursos de acción.
Cinco pasos para hacerte consciente de tu respiración
- Ubícate cómodamente
- Pon atención al acto de respirar
- Deja fluir tus pensamientos
- Cuenta
- Practica
Paso 1. Ubícate cómodamente
Encuentra un lugar cómodo y sin distracciones.
Colócate en una posición relajada. Puede ser recostado o sentado en una silla donde puedas soltar tu cuerpo.
Paso 2. Pon atención al acto de respirar
Concéntrate primero en inhalar profundamente dejando que el aire entre por tu nariz, pase por el diafragma e infle tu abdomen. Date cuenta de cómo tu cuerpo acepta el aire que llega del exterior y se convierte en ti. Procura no levantar los hombros y relajarte.
Exhala sacando completamente el aire y contrae el vientre. Observa como el aire que sale de ti regresa al todo de lo que eres parte. Afloja tu cuerpo.
Siente cómo el aire fresco entra por tus fosas nasales y cómo sale tibio y lleno de ti al exhalar.
Poco a poco, ve concentrándote en cómo funciona tu respiración: inhala despacio expandiendo tu abdomen y exhala despacio contrayéndolo.
Paso 3. Deja fluir el pensamiento
Cuando te llegue algún pensamiento, no pelees con él, simplemente regresa a sentir tu respiración.
Puedes imaginar que pones tus pensamientos en una nube y dejar que el viento se los lleve, o utilizar otra visualización que te ayude a dejarlos ir.
Expande el abdomen al inhalar y contráelo al exhalar. Observa cómo con cada respiración aumentará tu relajación.
Paso 4. Cuenta de cuatro en cuatro
Ahora, inhala por cuatro tiempos, retén el aire cuatro tiempos, suelta el aire cuatro tiempos y espera cuatro tiempos.
En cada inhalación llena tu cuerpo de vida.
En cada espera obsérvate.
En cada exhalación suelta los pormenores, problemas, enojos y preocupaciones del día.
En cada treguaa confía.
Aumenta el ritmo de las inhalaciones y exhalaciones de 4 en 4. Es decir, primero 4-4-4-4, luego 8-8-8-8, 12-12-12-12 hasta llegar a 16-16-16-16.
Paso 5. ¡Practica!
Practica cada día y prueba cómo tus decisiones van afinándose al adquirir control de tu cuerpo y tu mente. ¿Qué tal si funciona?
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