La mente participante es un concepto que proviene del ámbito de la psicología y la filosofía. Se refiere a una forma de pensamiento y percepción que implica involucrarse activamente con la experiencia presente y el entorno desde el pensamiento.
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ToggleEn el mito de la caverna de Platón describe a un grupo de personas que han estado encadenadas en una cueva desde su nacimiento, mirando solo hacia una pared en la que ven proyectadas sombras de objetos que pasan detrás de ellos. Estas sombras son la su única realidad que pueden percibir y a través de ellas comprenden que existe una realidad: la realidad de la cueva. Ninguna de las personas es conscientes de que hay un mundo exterior más allá de la cueva.
Las personas o grupos percibimos la realidad desde nuestro punto vista o posición, lo cuál no significa que no existe otra realidad, solo que no la conocemos.
¿Podemos conocer la realidad?
Parece que Einstein coincide con Platón cuando sostiene que la imagen de la realidad es un asunto relativo, que depende del observador. Hace poco leí que la realidad es un promedio entre las cualidades del observador y las cualidades de lo que se encuentra fuera de este. Lo único que atiné a responder fue ¿Quién es éste y dónde está?
Siguiendo con la caverna, resulta que un prisionero es liberado y sale de la caverna, descubriendo el mundo real y la verdadera luz del sol y cuando regresa a la cueva quiere compartir su conocimiento con los demás prisioneros, pero estos no pueden comprenderlo porque solo conocen la realidad de las sombras proyectadas en la pared.
Platón sugiere que el conocimiento y la sabiduría se pueden obtener a través de la filosofía y el pensamiento racional, y que aquellos que han alcanzado el conocimiento más elevado tienen la responsabilidad de guiar a los demás hacia una mayor comprensión de la realidad.
La cosa es que la persona que salió de la caverna solo vio un cachito de lo que existe afuera, así que aún si tuviera una capacidad narrativa excelsa y los demás prisioneros escucharan con atención plena y fueran capaces de descifrar algo de la realidad que les comparte quien salió de la cueva sobre la realidad que vio, seguirían sin tener el panorama completo.
Los mitos sobre el pensamiento y la realidad
Existen varios mitos y conceptos erróneos sobre el pensamiento y la realidad que han sido debatidos a lo largo de la historia que vale la pena explorar para tener una comprensión más realista de la realidad que nos rodea y la que percibimos. Entre los más reconocidos están:
El mito de la objetividad total
El mito de la objetividad total se refiere a la creencia de que podemos percibir la realidad de manera completamente objetiva, sin influencia de nuestras creencias, valores y experiencias pasadas. Sin embargo, los seres humanos están inherentemente influenciados por sus percepciones y sesgos cognitivos, lo que puede afectar nuestra comprensión de la realidad. Parece que más bien, la realidad fuera de nosotros no tiene imagen por si misma, somos nosotros quienes definimos la imagen de nuestra propia su realidad.
El mito de la mente aislada
Algunas personas creen que la mente es una entidad completamente separada del cuerpo y del mundo exterior. Sin embargo, la mente está intrincadamente conectada con el cerebro y el cuerpo, y nuestra percepción y pensamiento están influenciados por nuestras experiencias y el entorno.
El mito del conocimiento absoluto
Algunas personas pueden creer que podemos alcanzar un conocimiento absoluto y definitivo sobre la realidad. Sin embargo, el conocimiento humano es limitado y siempre está sujeto a revisión y mejora a medida que aprendemos más y desarrollamos nuevas teorías y perspectivas.
El mito de la percepción infalible
La percepción infalible se refiere a la creencia de que nuestras percepciones sensoriales son siempre precisas y confiables. En realidad, nuestras percepciones pueden ser susceptibles a errores y distorsiones, lo que afecta cómo interpretamos la realidad.
El mito de la mente como caja vacía
Algunas personas ven la mente como una especie de recipiente pasivo que simplemente recibe información del mundo exterior. En realidad, la mente es activa y dinámica, procesando y organizando la información para dar sentido a la realidad.
El mito del pensamiento lineal
Este mito sugiere que el pensamiento debe ser siempre lineal y lógico, siguiendo una secuencia ordenada y directa. En realidad, el pensamiento humano es mucho más complejo y puede implicar procesos no lineales, saltos creativos y conexiones inesperadas.
El mito del pensamiento mágico
El mito del pensamiento mágico sugiere que los pensamientos y creencias tienen el poder de influir directamente en el mundo físico o en eventos futuros de manera sobrenatural. Aunque es cierto que nuestras creencias y actitudes pueden influir en nuestras acciones y decisiones, el pensamiento mágico implica atribuir un poder irracional y desproporcionado a nuestros pensamientos.
La mente humana es compleja y dinámica, y nuestro entendimiento de la realidad está en constante evolución a medida que exploramos y descubrimos nuevos aspectos del mundo que nos rodea. Imagina que hace apenas un rato solo conocías las sombras de la caverna y tu mente pensaba que la cueva era la realidad absoluta, que por fin lograste caminar hacia la abertura de la cueva y tu mente asumió que era la puerta a la realidad. Que por primera vez te enfrentaste con un árbol y tu mente susupuso que así era todos los árboles: grandes, chicos, redondos, picudos, floreados o verdes, luego encontraste otros árboles y tu mente cambió de opinión. La mente participante va sumando, redibujando y reconfigurando nuevos pedacitos a nuestra realidad percibida.
¿Podemos cambiar la realidad percibida?
Sabemos que la realidad es distinta de cómo la percibimos y que la percepción es una construcción de la mente. A través de la mente participante, podemos darnos una escapada de la cueva, analizar lo que percibimos conectando todo lo que conocemos e ir comparando y evaluando lo que encontramos en cada escapada para ir reconfigurando nuestra percepción de nosotros mismos y nuestra relación con el entorno. En esas escapadas podemos, por ejemplo, identificar tabús y estereotipos y darles una respuesta diferente en nuestra mente, lo que transformará nuestra percepción y luego entonces, nuestra práctica cotidiana.
La mente participante se involucra en la experiencia
En contraste con la mente observadora que es más pasiva y distante, la mente participante se involucra plenamente en la experiencia, prestando atención activa a los detalles, las sensaciones, las emociones y las percepciones, así como a sus significados para reconfigurarlos conscientemente.
En el camino de la vida vamos recopilando pedacitos de la realidad que se hospedan en nuestra mente para ir construyendo nuestras percepciones sobre la realidad y desde ahí surgen nuestros pensamiento al respecto de ella. Esa percepción de nuestra propia de nuestra mente particular no es la realidad completa sino un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones y tendencias de comportamiento dirigidas a nosotros mismos, que determinan nuestra forma de ser y de comportarnos.
Vivir y viajar con mente participante es estar presente y consciente en el entorno, conectando lo que percibimos de la realidad con las sensaciones físicas que nos produce, las emociones que pueden controlarnos o descontrolarnos y los pensamientos que surgen al interpretar eso que percibimos para poder reorganizarlos integral-mente para evitar que nos limiten.
La mente participante identifica y cuestiona
La idea es reorganizar pensamientos limitantes conscientemente, lo que puede ser un proceso desafiante, pero es esencial para lograr un cambio positivo en nuestra mentalidad y en nuestras acciones. A través de la mente podemos identificar y cuestionar nuestras creencias, encontrar evidencias divergentes, imaginar y visualizar nuevas formas de pensar, de percibir y de interpretar. Tal vez no podemos cambiar la realidad, pero sí nuestra realidad, que es aquella que percibimos.
Goethe pensaba que todos los pensamientos verdaderamente sabios han sido pensados ya miles de veces; pero para hacerlos verdaderamente nuestros, debemos volver a pensarlos honestamente, hasta que echen raíces en nuestra experiencia personal. ¿Qué opinas?
¿Por qué pensamos o queremos dejar de pensar?
Imagina a aquella persona que salió de la cueva por primera vez. Estaba despistada y tal vez deslumbrada. Tal vez su primer impulso fue regresar a ese lugar oscurito y seguro, tal vez regresó para procesar y descansar antes de dar otra vueltecita a otras realidades. Pensar y dejar de pensar son dos aspectos importantes de la experiencia humana y están relacionados con diferentes funciones cognitivas y estados mentales.
¿Por qué pensamos?
Pensar es el proceso natural mediante el cual procesamos información, evaluamos situaciones, tomamos decisiones y resolvemos problemas. Es una habilidad cognitiva esencial para el funcionamiento diario y la adaptación al entorno.
El pensamiento juega un papel importante en la generación de nuevas ideas y en la creatividad. Es a través del pensamiento que podemos encontrar soluciones innovadoras o desarrollar nuevas formas de abordar desafíos y tener autoconciencia, que implica pensar desde ti y por ti, reflexionar sobre ti y tus acciones, emociones y creencias para desarrollar una mayor y comprensión de quiénes somos estemos donde estemos.
A través del pensamiento, podemos planificar nuestras acciones futuras y tomar decisiones basadas en la evaluación de diferentes opciones y consecuencias. El pensamiento crítico y analítico es fundamental para el proceso de aprendizaje, ya que nos permite comprender y asimilar nueva información.
Fortalecer y practicar la observación del entorno con mente participante en la vida cotidiana y las interacciones sociales, fomenta una mayor empatía, comprensión y apertura hacia nosotros mismos y los demás.
¿Podemos dejar de pensar?
En ocasiones, la mente puede sentirse abrumada por una carga excesiva de pensamientos o preocupaciones, lo que puede llevar a una sensación de agotamiento mental. En estas situaciones, algunas personas pueden elegir desconectar momentáneamente para reducir la carga mental. La mente también necesita descansar y recuperarse.
En situaciones estresantes o emocionalmente difíciles, algunas personas pueden optar por dejar de pensar en ciertos temas para evitar emociones intensas o negativas porque no las pueden gestionar y la prácticas de atención plena o mindfulness nos llaman a dejar de lado pensamientos innecesarios o juicios mentales para centrarnos en estar el momento presente, lo que no necesariamente es dejar de pensar porque parece que la única opción para no pensar es morir o no estar vivo, aunque los filósofos y científicos llevan siglos reflexionando al respecto. ¿Crees que hay vida después de la vida? No te concentres en ello ahora, lo más seguro es que esa duda te desvíe de nuestra conversación.
Mejor piensa que meditar es fijar la atención, ya sea en un objeto, en una parte de nuestro cuerpo o una imagen que al principio puede ser un asunto físico, aunque en prácticas avanzadas puede ser sustituido por otros asuntos más complejos, como la propia conciencia. Con ello la corteza cerebral se desactiva en parte, pero ahí sigue conectada con el tronco cerebral que se encarga de las funciones automáticas como la respiración, la digestión, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Las cuatro fases de la meditación y el pensamiento participante
Los estudios de la doctora Wendy Hasenkamp de la Universidad de Emory sugieren que la meditación focalizada sucede en cuatro fases: distracción mental, toma de conciencia de la distracción, reorientación de la atención y reanudación de la atención focalizada, que se relacionan directamente con el pensamiento participante.
1. La distracción mental aumenta la actividad de la extensa red neuronal por defecto que incluyen ciertas áreas de la corteza prefrontal medial, del giro cingulado posterior, del precúneo, del lóbulo parietal inferior y de la corteza temporal lateral. En esta red se remodela nuestro mundo interno basandose en recuerdos a largo plazo.
2. En la toma de conciencia de la distracción se activan la ínsula y el giro cingulado anterior, regiones de la red neuronal de asignación de relevancia. En esta fase aparecen eventos novedosos por el cambio de actividad de grupos de neuronas de gran escala.
3. Durante la reorientación de la atención, intervienen la corteza cerebral prefrontal dorso lateral y el lóbulo parietal inferior lateral que desvinculan al cerebro de cualquier distracción. Estamos totalmente enfocados.
4. Cuando se reanuda la atención focalizada, se activa la corteza prefrontal dorso lateral. Los estudios concluyen que la práctica continuada de meditación focal mejora la capacidad de estar alerta.
En ciertas actividades placenteras o relajantes, como disfrutar de la naturaleza, la música o una película, es común que las personas pensemos que dejamos de pensar para sumergirse en la experiencia sensorial. Después de ello, nos es más fácil pensar y tomar decisiones enfocadas.
La clave está en mantener un equilibrio saludable entre pensar de manera productiva y dar espacio para el descanso y la relajación mental cuando sea necesario. Practica salir de la cueva y regresar a la cueva de vez en cuando y encuentra nuevas puertas para hacerlo.
Las tres puertas conocidas de la mente
La mente humana y sus procesos son asuntos extremadamente complejos han sido y siguen siendo un tema de investigación y debate en la psicología y la neurociencia, que nos acercan a la fisiología, la arquitectura cerebral, las formas del pensamiento y su influencia en el comportamiento. Mi abuela decía que nos complicamos demasiado, que la mente es simplemente un delicado baile de energías que conforman nuestra experiencia humana.
Parece que este baile vive entre la cueva y la libertad, entre procesos determinados y espontáneos y que está compuesta por tres diferentes niveles o fórmulas de procesamiento y almacenamiento que se comunican y trabajan juntos para influir en nuestros pensamientos, emociones y comportamientos: la mente consciente, la mente subconsciente y la mente inconsciente.
Mente consciente
La mente consciente es responsable del pensamiento racional y lógico y de tomar decisiones basadas en la información disponible en un momento dado. Es la parte de la mente que nos permite reconocer nuestros pensamientos, percepciones, emociones y decisiones. Al igual que las personas en la caverna, la mente consciente puede estar limitada por las percepciones y creencias inmediatas, sin tener en cuenta las verdades más profundas o las realidades más amplias que pueden existir más allá de su experiencia inmediata.
Mente subconsciente
La mente subconsciente almacena información sobre experiencias pasadas, creencias, hábitos y patrones de comportamiento adquiridos a lo largo del tiempo. Aunque no podamos reconocer todo lo que está almacenado en la mente subconsciente, esta información puede influir en nuestro comportamiento y pensamientos en el nivel consciente.
En la alegoría, los prisioneros liberados que salen de la caverna pueden representar la mente subconsciente, que es una capa intermedia entre la mente consciente e inconsciente. Estos prisioneros están en el proceso de despertar a una realidad más amplia y aún pueden estar en proceso de comprender y asimilar esta nueva verdad. Del mismo modo, el subconsciente puede contener elementos de nuestra experiencia pasada y creencias que influyen en nuestra mente consciente de manera sutil pero significativa.
Mente inconsciente
La mente inconsciente guarda el contenido mental oculto, los pensamientos reprimidos, los deseos, los impulsos y las emociones no reconocidas. A diferencia de la mente subconsciente, no tenemos idea de que hay en el nivel inconsciente. Sin embargo, los psicoanalistas creen que estos contenidos pueden influir en nuestra conducta y pensamientos sin que nos demos cuenta.
Con el tiempo, los prisioneros liberados que siguen explorando el mundo llegan a comprender asuntos más profundos, interesantes y satisfactorios que de lo que te habías imaginado dentro de la caverna y van adquiriendo y dejando viejas creencias que cambian las motivaciones, deseos y emociones que tuvieron dentro de la caverna, aunque algunas siguen ahí, grabadas en sus recuerdos.
¿Cómo conectarías la alegoría de la caverna con la mente participante?
La alegoría de la caverna es una rica metáfora que ha sido objeto de interpretaciones y análisis filosóficos a lo largo de los siglos, y se puede aplicar a múltiples conceptos y cuestiones relacionadas con la percepción, el conocimiento y la realidad, aunque no suele relacionarse con la mente consciente, subconsciente e inconsciente. Pero me parece que aplica si la mente consciente procesa información presente, la mente subconsciente recupera y utiliza la información almacenada para guiar nuestras decisiones y comportamientos actuales y la mente inconsciente influye en el comportamiento y los pensamientos a nivel consciente a través de procesos como sueños, lapsus de memoria y actitudes subyacentes.
El concepto de la mente participante sugiere que la mente humana es un sistema integrado y holístico que involucra todos los niveles de la mente de manera simultánea y cooperativa. En lugar de ver la mente como una entidad dividida en niveles separados, considera que todos los niveles de la mente están interconectados y trabajan juntos en la experiencia y la comprensión de la realidad de cada persona.
¿Cómo despertar a tu mente participante?
Despertar la mente participante implica estar presente e inmerso en el momento presente para percibir y cuestionar la realidad con atención plena para lograr una mayor conexión con la realidad que queremos construir.
Siete ingredientes para despertar a tu mente participante
Convocar a la mente participante se refiere a crear un ambiente propicio para involucrarte con el fluir de tus pensamientos.
1. Elige un tema central
A la mente le gustan los temas. Le permite enfocarse y concentrar sus recursos y su atención para traer desde la memoria antigua todo lo que tiene guardado sobre una tarea, idea o problema en particular. Además sabe que le será más fácil atender un solo asunto y será más productiva, así que es posible que comience a experimentar un sentido de logro y satisfacción que le dará resolver problemas relacionados con ese tema.
El sentido de logro está asociado a la liberación de dopamina en el cerebro. La dopamina es una neurohormona y neurotransmisor que desempeña un papel importante en el sistema de recompensa del cerebro y facilita la formación de nuevas conexiones neuronales, así que la mejora su concentración, su compromiso y su capacidad creativa.
2. Relájate y apersónate
Asegúrate de estás ahí, contigo y libre de distracciones para que tu mente participe en el tema con todo su poder. Tómate unos minutos para estirarte, aflojarte y liberar las tensiones físicas, emocionales e incluso metales. Observa tu cuerpo y tu entorno. Lo que piensas y lo que sientes sobre tí y lo demás es válido y valioso. Todo está bien.
Libérate de ideas preconcebidas, expectativas o juicios previos cerrando y abriendo los ojos, para descubrir nuevas posibilidades. También puedes sacudir tus manos para agitar el tiempo y el espacio que te rodea y siente tus pies sobre la tierra. Deja que tu pensamiento habite tu cuerpo y esté donde estás. Concéntrate en estar.
3. Escucha con atención y asocia con libertad
Escucha atentamente tus pensamientos, ideas y emociones mientras surgen, sin juzgarlas. Deja que fluyan libremente sin detenerte a censurar o evaluar. Cada palabra que aparece en tu mente tiene todas las posibilidades de interpretación y todas son dignas de ser escuchadas, escudriñadas y vinculadas.
Una vez que hayas comenzado a escuchar tus pensamientos, deja que se asocien libremente y permítete hacer conexiones inusuales. Al percibir alguna idea novedosa déjala seguir hasta el infinito sin encasillarla. Todo está conectado con todo.
4. Evita la autocensura y desafía los límites
Deja de lado el miedo al fracaso, al ridículo o a lo pequeño o lo extravagante. La idea es no preocuparnos en la viabilidad de las ideas, sino en generarlas. No tengas miedo de pensar de manera audaz y desafiante. Las ideas que surgen del pensamiento participante pueden parecer poco convencionales o fuera de lo común y pueden ser brillantes o no. Agradece cada idea y asiente con la cabeza como si esa fuera la solución. Sigue bordando.
Deja que la práctica entre en ti
Nuestros pensamientos y creencias pueden moldear nuestra realidad y nuestras acciones pues influyen en cómo percibimos y filtramos la información del entorno. Si creemos en ciertas ideas o teorías, es más probable que notemos o prestemos atención a eventos y evidencias que respalden esas creencias. Si generamos nuevas creencias estaremos más abiertos a confirmarlas.
Nuestras creencias pueden afectan nuestras acciones y comportamientos, lo que a su vez influye en el resultado de una situación. Si creemos que podemos lograr algo, es más probable que tomemos acciones que nos acerquen a ese objetivo, lo que aumenta las posibilidades de éxito.
No podemos simplemente crear cualquier cosa con solo pensarlo, pero nuestros pensamientos pueden tener un impacto significativo en cómo enfrentamos la vida y cómo nos relacionamos con ella.
Cuestionar y examinar nuestras creencias y pensamientos para asegurarnos de que estén fundamentados en la realidad liberadora que queremos crear, en lugar de en la realidad de una cueva que no nos deja moveros y tal vez está vinculada con viejos patrones de comportamiento y malos hábitos de pensamiento, nos llevará a cambiar nuestras acciones y luego entonces, nuestra realidad.
Influencia de los viajes en el pensamiento crítico y la apertura mental
Los viajes pueden aportar significativamente al pensamiento crítico y la apertura mental de una persona. Exponerse a nuevas culturas, entornos y perspectivas puede ampliar la mente y ofrecer experiencias que desafíen y enriquezcan la forma en que pensamos y percibimos el mundo. Al salir de nuestro entorno habitual y sumergirnos en otras culturas y formas de vida, tenemos la oportunidad de aprender y cuestionar nuestras propias creencias y suposiciones, lo que puede enriquecer nuestra mente y perspectiva de diversas maneras.
Comprensión de la diversidad
Los viajes ofrecen la oportunidad de sumergirse en culturas diferentes, lo que puede llevar a una mayor comprensión y aprecio por las diferencias culturales y la diversidad humana. Esto puede desafiar estereotipos y prejuicios, fomentando una mentalidad más abierta y comprensiva que cuestionar nuestras propias normas y juicios, lo que fomenta una mentalidad más abierta y tolerante.
Cuestionamiento de creencias
Al experimentar diferentes culturas y formas de vida, es posible que nos enfrentemos a creencias y valores diferentes a los nuestros. Esto puede provocar un cuestionamiento reflexivo de nuestras propias creencias y valores para desarrollar nuestra capacidad de ser flexibles y abiertos a nuevas ideas y formas de hacer las cosas.
Nuevas perspectivas
Al interactuar con personas de diferentes culturas y contextos, se puede ganar una visión más amplia de la vida y de las diferentes formas de pensar y amplía nuestra comprensión de la complejidad del mundo para abordar los desafíos. Esto puede enriquecer nuestro pensamiento y abrirnos a nuevas ideas y enfoques y apreciar las múltiples perspectivas que también existen.
Resolución de problemas
Los viajes a menudo implican enfrentarse a situaciones desconocidas y desafíos inesperados. Esto puede mejorar nuestras habilidades de pensamiento crítico al tener que adaptarnos y encontrar soluciones creativas, lo que nos impulsa a pensar de manera creativa y crítica.
Empatía y comprensión
Al conocer personas con diferentes experiencias de vida, podemos desarrollar una mayor empatía y comprensión hacia los demás, comprendiendo sus circunstancias y perspectivas desde su entorno particular. Esto nos ayuda a ser más receptivos y sensibles a las necesidades y perspectivas de los demás.
Tolerancia a la ambigüedad
Los viajes pueden implicar situaciones inciertas y ambivalentes, lo que nos enseña a lidiar con la ambigüedad y a aceptar que las cosas pueden tener múltiples interpretaciones y enfoques y sacudir nuestras creencias arraigadas, y permitiendonos cuestionar ideas preconcebidas sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Esto nos lleva a ser más autocríticos y reflexivos sobre nuestras propias creencias.
Adquisición de nuevos conocimientos y habilidades
Al explorar nuevos lugares y culturas, tenemos la oportunidad de aprender sobre la historia, la geografía, la gastronomía y otros aspectos del mundo que pueden enriquecer nuestro conocimiento. También podemos aprender nuevas habilidades al realizar actividades que no están disponibles en nuestros entornos cotidianos.
Los viajes también pueden proporcionar tiempo para la reflexión personal y el autoconocimiento. Estar en nuevos entornos puede llevarnos a cuestionar nuestras prioridades, enfoques y objetivos en la vida a través de experiencias transformadoras que nos cambian a nivel personal.
¿Cómo promover un ambiente propicio para que la mente participante trabaje en grupo?
La mente colectiva, también conocida como consciencia colectiva, es un concepto que sugiere que las mentes individuales de las personas en una sociedad o grupo se combinan y colaboran para formar una especie de “mente” o conciencia compartida. En este contexto, la mente colectiva no se refiere a una entidad separada, sino a la suma total de las percepciones, creencias, conocimientos, emociones y pensamientos de los individuos que componen ese grupo.
Este concepto ha sido explorado y discutido por diversos filósofos, sociólogos y teóricos a lo largo de la historia. Por ejemplo, el sociólogo francés Émile Durkheim utilizó el término “consciencia colectiva” para referirse a los valores, normas y creencias compartidas por los miembros de una sociedad.
La mente colectiva puede influir en diferentes aspectos de la vida social, cultural y política.
Diez ingredientes para fortalecer la consciencia colectiva en un trabajo grupal
Crear un contexto o ambiente propicio para que las personas puedan involucrarse activamente en su proceso de aprendizaje, resolución de problemas o toma de decisiones y fomentar la participación activa de la mente: confianza, respeto, actividad participativa, diversidad de perspectivas, escucha activa, impulso a la creatividad, inclusión equitativa, retroalimentación empática, flexibilidad y estímulo a la reflexión.
1. Confianza: Es fundamental crear un entorno seguro y de confianza donde las personas se sientan cómodas compartiendo sus ideas, pensamientos y perspectivas sin temor a ser juzgadas o criticadas.
2. Respeto: Fomentar el respeto mutuo es esencial para que los participantes se sientan valorados y escuchados. Esto permitirá una comunicación abierta y respetuosa entre todos los involucrados.
3. Actividad participativa: Diseñar actividades y dinámicas que alienten a los participantes a ser activos en el proceso. Evitar un enfoque unidireccional donde solo una persona o entidad toma decisiones o lidera todo el proceso.
4. Diversidad de perspectivas: Buscar involucrar a personas con diferentes antecedentes, experiencias y puntos de vista. La diversidad de perspectivas enriquece la discusión y permite una comprensión más amplia y completa de los problemas.
5. Escucha activa: Fomentar la escucha activa es esencial para comprender completamente las ideas y preocupaciones de los demás. Escuchar con atención y sin interrumpir permite una comunicación más efectiva.
6. Impulso a la creatividad: Proporcionar un espacio donde la creatividad sea valorada y alentada. Permitir la exploración de ideas no convencionales y soluciones innovadoras.
7. Inclusión equitativa: Asegurarse de que todas las voces sean escuchadas y consideradas en el proceso y tengan el mismo peso. Evitar la dominación de una persona o un grupo sobre otros, aunque estimula el cambio de posturas.
8. Retroalimentación empática: Proporcionar retroalimentación constructiva y alentadora que valide las contribuciones de los participantes fomentará la confianza y el deseo de seguir participando activamente.
9. Flexibilidad: Ser flexible en el enfoque y permitir que el proceso evolucione según las necesidades y las aportaciones de los participantes.
10. Estímulo a la reflexión: Proporcionar momentos para que los participantes reflexionen sobre sus ideas y el proceso en sí mismo. Esto ayuda a profundizar en la comprensión y el aprendizaje.
Al seguir estos principios, se puede crear un ambiente que fomente la participación activa de la mente y permita una colaboración efectiva en la toma de decisiones consensuadas, la resolución de problemas y el desarrollo de soluciones creativas e innovadoras.
¿De dónde viene el concepto de mente participante?
El constructivismo o constructivismo social, sostiene que la mente humana no es simplemente un recipiente pasivo que recibe información del mundo externo, sino que es activa y participa activamente en la construcción de la realidad.
El constructivismo se opone a la visión tradicional de que la mente es un espejo que refleja objetivamente la realidad externa. En cambio, argumenta que nuestras percepciones, conocimientos y creencias son el resultado de la interacción entre la información sensorial que recibimos del mundo externo y nuestras estructuras mentales internas, como nuestras experiencias pasadas, creencias previas y marcos cognitivos.
Algunas de las ideas clave que contextualizan la idea de la mente participante son:
- Percepción activa: En lugar de simplemente percibir el mundo de manera pasiva, el individuo participa activamente en la interpretación y organización de la información que recibe.
- Construcción de significado: Los individuos construyen significados y representaciones internas de la realidad en función de sus experiencias, conocimientos y valores personales.
- Conocimiento subjetivo: El conocimiento no es una verdad absoluta y objetiva, sino que está influenciado por la subjetividad de cada persona.
- Contexto social: La construcción del conocimiento y la realidad también están influidas por el contexto social y cultural en el que vive el individuo.
- Interacción social: La interacción con otros individuos y la sociedad en su conjunto juegan un papel crucial en la construcción de nuestras creencias y conocimientos.
El constructivismo y la idea de la mente participante han tenido una influencia significativa en la psicología, la educación y otras áreas del conocimiento. Esta perspectiva resalta la importancia de considerar los procesos cognitivos, emocionales y sociales en la forma en que percibimos y comprendemos el mundo que nos rodea. Además, ha llevado al desarrollo de enfoques educativos que promueven la construcción activa del conocimiento por parte del estudiante en lugar de una transmisión pasiva de información por parte del maestro.
¿Quienes están hablando sobre la mente participante?
Aunque hay poca literatura directamente relacionada con el concepto de mente participante, actualmente la idea de la participación de la mente en la concepción de la realidad es ampliamente discutida en el ámbito de la psicología, la filosofía de la mente y la teoría de la cognición.
La idea de que la mente humana es activa y participativa en la construcción de la realidad es un tema importante en diversas áreas de investigación y ha influido en la forma en que comprendemos la cognición humana y el aprendizaje. Algunos de los pensadores y teóricos más influyentes que han abordado este concepto incluyen:
Barbara Rogoff: Psicóloga estadounidense que ha investigado la cognición y el desarrollo en contextos culturales y sociales. Ha abordado cómo las personas participan activamente en la construcción de conocimiento en interacción con su entorno cultural.
Eleanor Rosch: Psicóloga estadounidense conocida por su trabajo en la categorización cognitiva y la teoría de prototipos. Su investigación ha destacado cómo los individuos participan activamente en la formación de conceptos y categorías mentales.
Ernst von Glasersfeld: Filósofo y psicólogo austriaco conocido por su trabajo en el constructivismo radical. Von Glasersfeld argumentó que el conocimiento es una construcción subjetiva y que las personas crean significados a través de la interacción con el entorno.
Francisco Varela y Humberto Maturana: Biólogos y filósofos chilenos que desarrollaron la teoría de la autopoiesis y la teoría de la cognición en acción. Estos enfoques enfatizan cómo los sistemas vivos, incluida la mente humana, son entidades autorreferenciales y participativas.
George Kelly: Psicólogo estadounidense conocido por su teoría de la construcción personal (Personal Construct Theory). Kelly sostuvo que los individuos construyen y organizan sus percepciones y experiencias para dar sentido al mundo y predecir eventos futuros.
Jean Piaget: Psicólogo suizo famoso por su teoría del desarrollo cognitivo. Piaget argumentó que los niños son activos en su propio desarrollo, construyendo activamente su comprensión del mundo a través de interacciones y experiencias.
Jerome Bruner: Psicólogo estadounidense que abogó por un enfoque constructivista en la educación. Bruner destacó la importancia de la participación activa del estudiante en el proceso de aprendizaje y la construcción del conocimiento.
Lev Vygotsky: Psicólogo y teórico ruso que propuso la teoría sociocultural del desarrollo cognitivo. Vygotsky enfatizó el papel del contexto social y cultural en la construcción del conocimiento y el desarrollo cognitivo.
María Lugones: Filósofa y feminista argentina-estadounidense que ha trabajado en temas de opresión, colonialismo y diferencia cultural. Ha destacado cómo las experiencias de las mujeres y las minorías culturales influyen en la construcción de identidades y conocimientos.
Paulo Freire: Educador y filósofo brasileño cuyo trabajo se centró en la pedagogía crítica y liberadora. Freire abogó por una educación que permitiera a los estudiantes participar activamente en la construcción de su conocimiento y conciencia.
Paula Moya: Filósofa y académica estadounidense conocida por su trabajo en la epistemología feminista y la teoría crítica. Ha discutido cómo la subjetividad y la identidad de género afectan la construcción del conocimiento y la comprensión de la realidad.
Sandra Harding: Filósofa y feminista científica estadounidense conocida por su trabajo en la epistemología feminista y la ciencia desde una perspectiva de género. Ha abordado cómo la participación activa de las científicas y los científicos afecta la producción y la interpretación del conocimiento científico.
Vera John-Steiner: Psicóloga y educadora rusa-estadounidense conocida por su trabajo en la teoría de la creatividad y el aprendizaje. Ha destacado cómo la mente participa en procesos creativos y en la construcción de nuevos conocimientos.
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