[YEARIM HERNANDEZ]

Hola compañeros, mi tema va de Turismo comunitario, aquí un poco de mi reflexión.

Es bueno pensar y planear desde el sí, y desde la utópica idea, de que nuestro proyecto comunitario será capaz de aportar nuevas soluciones para erradicar las condiciones marginales o de pobreza con las que cuenta las comunidades en cuestión, probablemente la clave, se encuentra en las interacciones fieles con los habitantes, escuchar y propiciar su activa participación, pero considero de más valor enfrentarnos a los no, y a las imposibilidades que se enfrentan realmente estos proyectos, así nos permitiríamos ver los verdaderos alcances y si en realidad es el apoyo que necesitan las comunidades. Seguramente el turismo no es el eslabón del desarrollo que se pretende haber encontrado, pero sí una herramienta de doble filo, que puede actuar a su favor si es bien utilizada.

Por otro lado, la formación y educación de públicos es vital dentro del planteamiento y desarrollo de los proyectos de turismo comunitario, a la que muchas veces no se le presta atención, considero que es relevante para el impacto social, económico y cultural de las comunidades. De igual forma, la participación y articulación comunitaria, ambas aristas, preceden a la implementación de cualquier proyecto, y que la mayoría de las veces se dan por hecho tas la imposición de intereses particulares o de una romantización de los alcances del turismo comunitario.

Desde otra perspectiva, el replanteamiento del turismo como solución al desarrollo económico vale la pena, puesto que los recursos invertidos en todos los macrodesarrollos y eventos turísticos y propuestas de desarrollo turístico, provienen del recurso público, mismo que podría ser invertido en proyectos que aporten soluciones reales a las necesidades socioeconómicas que enfrentan muchas regiones del país, teniendo un impacto positivo y a largo plazo, acciones que evidencien el desarrollo real y sostenible de las comunidades.

[YEARIM HERNANDEZ]

Considero que lo mas importante es tener en cuenta las necesidades de los anfitriones y responder a su sentido de pertenencia, si se cumplen; éstos a su vez, pueden ofrecer experiencias significativas, con entornos envolventes y propuestas de valor a los visitantes, basados en su patrimonio cultural.