[Mario Azael Reza Guerra]

De cierta manera el turismo wellness en concepto podría ser un

excelente vehículo de desarrollo local y comunitario, pero es muy importante

aclarar que si bien en cuestión utópica podría sonar como el paraíso de desarrollo,

hay más factores en los destinos que intervienen en los índices de bienestar y de

desarrollo humano, tampoco podemos olvidar que si hablamos de números duros

la industria turística representa menos del 10% del PIB a nivel nacional, por lo

tanto sería un poco o un mucho idealista pretender que este formato de turismo

por sí mismo podría cambiar las condiciones de vida de los pobladores. Sin

embargo, yo creo que la posible magia de todo esto, la podremos encontrar en el

trabajo de concientización de todos los factores de la comunidad, por ejemplo

empresas, productores agrícolas a gran escala, gobiernos, centros educativos

etc., ya que en todos estos podemos ir implementando esta forma de vida

“Wellness” buscando el equilibrio.

Y como siempre lo he defendido, el trabajo en equipo a través de consejos,

asociaciones, gobierno y grupos locales de sociedad civil, es la respuesta para ir

logrando el equilibrio en el desarrollo de algún destino, y no nada más en producto

turístico, sino que también en los temas de infraestructura, seguridad social

educación etc.

Lo más importante es estar conscientes de que necesitamos tener muy claro hasta

donde pueden ser el impacto ya sea positivo o negativo, del turismo y sobre todo

aprender de experiencias anteriores como la Riviera Maya o Acapulco, que fueron

destinos que al no cuidar sus recursos y no buscar el equilibrio, estos se vieron

predados de manera sistemática e inconsciente.

Sin embargo, la postura es clara, y sin turismo sería lo mismo de Cancún y Acapulco?, aun serian playas de pescadores o en rezago con pobreza extrema, como tantos lugares no turísticos de México? , pues yo creo que el turismo aporta mucho en el desarrollo de los destinos, pero no puede ni debería ser la base única de su economía